Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 11:53

Gobierno incentiva el uso de la medicina tradicional para combatir la COVID-19

El decreto supremo que señala las nuevas disposiciones de bioseguridad y de prevención para evitar contagios de la COVID-19 en el país.
Gobierno incentiva el uso de la medicina tradicional para combatir la COVID-19

El Gobierno reconoció este domingo la importancia de la medicina tradicional para "enfrentar" la pandemia de la COVID-19 e impulsará su práctica a través de un decreto supremo que contiene nuevas medidas preventivas para evitar contagios.

El ministro de Salud, Édgar Pozo, explicó en una conferencia de prensa en La Paz, que hay que darle la debida "importancia" a la medicina tradicional que tiene un "efecto de acción muy importante en el tema del enfrentamiento a la COVID-19 en el país".

Es así que en el decreto supremo que señala las nuevas disposiciones de bioseguridad y de prevención para evitar contagios de la COVID-19 en el país, el Gobierno de Luis Arce reconoce e incentiva la práctica de la medicina tradicional.

"Se promocionará e incentivará la práctica de la medicina tradicional y medicina alternativa para la prevención, contención, tratamiento y rehabilitación de la COVID-19", señala un artículo de la norma promulgada.

Además se impulsará la producción y la comercialización de productos naturales de la medicina tradicional para hacer uso tanto en la prevención o tratamiento de esta enfermedad, según la norma.

En las calles de distintas regiones de Bolivia se venden plantas medicinales utilizadas por médicos ancestrales como el eucalipto, la manzanilla o el matico para hacer infusiones o vaporizaciones para desinfectar los espacios.

La norma también señala otras determinaciones que estarán vigentes desde el 1 de diciembre hasta el 15 de enero de 2021 para evitar más contagios de esta enfermedad.

Entre las medidas estipuladas en la norma está realizar una serie de protocolos de bioseguridad en coordinación con autoridades locales para distintos tipos de actividades, también el control de calidad y costo en la venta de medicinas en las farmacias.

Se mantiene el trabajo en horario continuo, los hospitales tienen la obligación de atender a todas las personas contagiadas de COVID-19 y se prevé hacer protocolos con medidas de bioseguridad para realizar actividades culturales, deportivas, sociales, religiosas, recreativas, entre otras.

Bolivia entró en una cuarentena rígida desde el pasado 10 de marzo, luego se fueron flexibilizando las determinaciones y desde septiembre se ingresó a una etapa de "postconfinamiento", pero se mantiene la emergencia sanitaria.

El más reciente reporte del Ministerio de Salud señala que en el país hay 8.949 decesos y 144.592 casos confirmados de COVID-19, de los cuales 14.363 están activos.