El Gobierno inició el trámite para obtener la “licencia obligatoria” que permite la liberación de las patentes y consolidar el acuerdo para la producción de 15 millones de vacunas Johnson & Johnson (J&J) contra el coronavirus COVID-19, a cargo de la empresa canadiense Biolyse Pharma Co.

El viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco, informó ayer, según ABI, que Bolivia envió una notificación a la Organización Mundial del Comercio (OMC).

“De obtener las licencias obligatorias, se marcaría el camino para producir vacunas sin patentes considerando la emergencia que hay en el mundo”, informó, según ABI.

Dijo también que conseguir una empresa que pueda hacer las vacunas sin patentes es el primer paso y se consiguió tras la firma de un convenio. El segundo paso es la notificación a la OMC. 

Entre tanto, Biolyse debe realizar su trámite y autorización en el gobierno de Canadá y EEUU para proveer hasta 15 millones de dosis en tres a seis meses, después de logrado esto, a un precio de entre 3 y 4 dólares.

“Estaríamos marcando camino, estaríamos, como lo expresó el propio funcionario de la OMC, utilizando los mecanismos existentes y seguramente los demás países podrán optar por el mecanismo en caso de que funcione”, aseveró.

El canciller boliviano, Rogelio Mayta, presidió un evento en La Paz del que participaron de forma telemática el director de la División de Propiedad Intelectual de la OMC, Antony Taubman, y la presidenta de Biolyse, Brigitte Kiecken.

Recordó que se tendrá que sortear una serie de obstáculos burocráticos en la OMC para lograr el objetivo, pero que existe predisposición de la firma canadiense para apoyar al igual que del presidente Joe Biden.

Biolyse fue creada en 1980 y tiene las capacidades necesarias para fabricar inyectables estériles y desde el año pasado pretende lograr una licencia obligatoria que le permita producir vacunas.