Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 13:26

Artesanos alteños se esmeran en ofrecer todo tipo de productos para Todos Santos

La celebración del Día de Difuntos y Todos Santos en La Paz llega cada año con nuevos emprendimientos como los de artesanos que moldean el yeso para ganar recursos en tiempos difíciles, más aún en la actual coyuntura por la pandemia del COVID-19.

Compradora sostiene la imagen de una adulta mayor para decorar su tanta wawa
Compradora sostiene la imagen de una adulta mayor para decorar su tanta wawa
Artesanos alteños se esmeran en ofrecer todo tipo de productos para Todos Santos

A pocos días de la festividad del Día de Difuntos y Todos Santos, que se celebra el 1 y 2 de noviembre, en la ciudad de El Alto algunos artesanos trabajan con esmero para ofrecer singulares manualidades.

En el occidente del país, la festividad reúne a toda la familia para la elaboración de las tradicionales t'antawawas (muñecos de pan) que simbolizan a las almas de los difuntos.

La tradición, en esta parte del territorio, impulsa a miles de familias a volcarse a los hornos para elaborar no solo las t’antwawas, sino una gran variedad de masas, las cuales son entregadas a los "rezadores" en los cementerios.

Días previos a la festividad, los hornos trabajan casi las 24 horas. Allí, las familias elaboran diferentes masas, pero especialmente las t’antawawas, que llevan caretas de yeso que simbolizan a los difuntos, y escaleras de pan, que según la creencia es por donde las almas bajan a la tierra y llegan a sus hogares en caballos.

La visita de las almas, según la creencia andina, es a las 12:00 del primer día de noviembre y vuelven al cielo a la misma hora del día siguiente, luego sus familiares se dirigen a los camposantos para entregar todo lo elaborado a cambio de rezos. Las plegarias suelen ser en castellano, pero también en aimara, de acuerdo al deseo de los dolientes.

Caretas de yeso

En los años recientes, dos artesanos alteños se destacaron con caretas de yeso con un acabado singular, muy parecidos a impresiones en tercera dimensión.

Uno de los emprendedores es don Patricio Luna, quien desde semanas antes de la llegada de la festividad, junto con su hijo, elaboran centenares de caretas con formas de varón, mujer, niños, ancianos, caballos y hasta animales de compañía, porque existen personas que también rinden homenaje póstumo a sus mascotas.

El artesano elabora con bastante cuidado sus modelos en greda, para luego cubrirlos con una preparación de silicona y otros químicos con los que obtiene el molde, posteriormente agrega unas capas de yeso traído especialmente desde Huanca Pampa, que según el artesano, es más dócil para trabajar, liviano y duradero una vez acabado y ofrecido en la feria central de Villa Dolores de esa ciudad.

La inspiración de don Patricio para crear imágenes en yeso fue su difunta esposa a quien lleva en el corazón. Por eso, su primer trabajo fue la imagen de su pareja

El artesano, al margen de elaborar caretas para estas fiestas, se dedica al arte popular, sus pinturas de paisajes y figuras son comercializadas en las principales ferias de El Alto.

Otro de los artesanos bastante requeridos es don Víctor Cruz que cotidianamente trabaja con la madera, sin embargo, su esposa en vida ofrecía caretitas para las t’antawawas en su puesto de la zona Villa Dolores.

En memoria de ella, todavía mantiene el comercio donde desde hace 10 años ofrece las artesanías que llevan las iniciales de su amada.

Cruz se distingue por ofrecer trabajos con detalles singulares, algunos de sus modelos son figuras de ancianos que tienen hasta arrugas cuidadosamente trabajadas. Entre la variedad de caretas que ofrece están: mineros, policías, médicos, personalidades, músicos, mujeres de pollera y  de otras regiones, entre ellos los afro bolivianos.

El artesano  vecino de la zona Villa Adela  incluso recibe pedidos con anticipación a la fiesta de Todos Santos, cuenta que incluso algunas personas mandan a elaborar bustos con las imágenes de sus familiares fallecidos.

La fiesta de Todos Santos en La Paz llega cada año con los recuerdos de quienes se adelantaron a la otra vida por diferentes circunstancias. Esta festividad, muy arraigada en la población del occidente, también genera emprendimientos como los de aquellos artesanos que moldean el yeso para ganar recursos en tiempos difíciles, más aún en la actual coyuntura por la pandemia del COVID-19.