Manfred Reyes Villa, exalcalde y exprefecto de Cochabamba, no tiene ninguna orden de aprehensión en Migración, aunque sí tiene más de siete arraigos emitidos por distintos juzgados; sin embargo, eso no implica que deba ser detenido, informó ayer el director nacional de esa entidad, Marcel Rivas.

Sobre él pesan cuatro sentencias condenatorias emitidas en 2016, en un proceso en el que fue denunciado 23 veces ante el Ministerio Público, según archivos hemerográficos.

La llegada de Reyes Villa está prevista para el mediodía del lunes 27 de enero, anunció ayer Miriam Pereira, quien se identificó como su vocera y, en conferencia de prensa junto a un grupo de seguidores, invitó a los simpatizantes a ir al aeropuerto para darle la bienvenida después de 10 años de residencia en Estados Unidos. 

Rivas explicó que Reyes Villa tiene más de siete notificaciones, de varios juzgados, que solicitaban impedir su viaje con la agravante de que está fuera del país. La Ley 370 de Migración establece que debería ser remitido a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC); sin embargo, en virtud a lo establecido por la comisión conformada por el Ministerio de Justicia para tratar los casos de exiliados políticos, se le entregará una conminatoria para que se presente ante los juzgados que corresponda y garantizar, así, que cumpla con las disposiciones legales que señalan que no puede abandonar el país.

La conminatoria migratoria también será enviada a los juzgados correspondientes para ponerles en conocimiento del regreso.

Pereira dijo que los simpatizantes del exprefecto le esperan “con tranquilidad y esperanza”, ahora que el nuevo Gobierno otorga garantías a los exiliados para volver con seguridad y añadió que Reyes Villa asumirá defensa.

Señaló que llega en compañía de su esposa, tiene una agenda abierta y que vuelve para quedarse.

“Quisiéramos que sea autoridad, pero no está en nuestras manos”, dijo, señalando que no se descarta que retorne a la política.

Entrevistado el mes pasado por una televisora local, la exautoridad restó importancia a la sentencia de cinco años de cárcel por enriquecimiento ilícito que pesa sobre él, producto de un veredicto judicial tras un proceso de investigación fiscal y policial.