El analista político Ludwig Valverde calificó como “confrontador” el discurso del presidente del Estado, Luis Arce, en conmemoración del 196 aniversario de la patria. Para Valverde, al Mandatario le ha faltado una “conducta estadista”.

“Ha sido un discurso híbrido entre una información de situación de su administración y algunas ideas dirigidas particularmente a enfatizar la fuerza política (…). Ha habido fuertes ideas del Presidente de provocación al sector de la oposición bajo el posicionamiento de lo que llaman ‘Golpe de Estado’”, manifestó. 

Calificó como “híbrido” el discurso debido a que “se conoció de manera muy general algunos aspectos de la administración, es decir, no ha sido ni mensaje al país, ni una información de gestión”. 

Recordó que, desde el Gobierno, se dio a conocer que Arce daría un mensaje a la población en la sesión de honor y que no realizaría una evaluación a su gestión. Para Valverde, su discurso no se adecuó a un mensaje, sino a un enfrentamiento con las fuerzas opositoras.

El analista político señaló que al Mandatario le faltó una “conducta estadista”. “Se esperaba la proposición del Presidente para comenzar a superar y solucionar esos problemas de enfrentamiento y de división existentes en Bolivia. De un estadista se espera la generación de un mensaje claro de unidad nacional, pero su intervención fue una fuerte afrenta, fuerte provocación a la oposición, y de ahí que la reacción de varios de la oposición presentes en la sala se haya dado de esa manera, y hayan cruzado discusiones entre las fuerzas políticas”.

Acotó que la fuerza política oficialista “estaba preparada para generar un escenario de respuesta o enfrentamiento con la otra fuerza” debido a que levantaron sus fólderes, como carteles, que tenían la frase “Fue Golpe”. “Se generó en varios momentos una fuerte tensión política entre algo que no está resuelto en el país y más bien por los últimos hechos empieza a reflotar en Bolivia”.

Valverde manifestó que ha sido una intervención “con sabor a poco” porque, en su criterio, los bolivianos y bolivianas esperaban un mensaje del presente hacia el futuro respecto a lo que hará en el Gobierno para solucionar los problemas generando escenarios de unidad y trabajo en temas urgentes como la salud, economía, efectos pospandemia u otros de interés.

Respecto, a la intervención del vicepresidente David Choquehuanca, como presidente nato de la Asamblea Legislativa Plurinacional, manifestó que su postura mostró la “cara blanda minoritaria del MAS”, es decir, flexible, tolerante y plural, pero que en otros espacios ha estado azuzando a la gente para generar escenarios de confrontación. 

“Si el Vicepresidente no pone en práctica aquello que está manifestando discursivamente, ese discurso se va a ir devaluando (…). Lo que predomina en el actual Gobierno es el razonamiento duro”, concluyó. 

El analista Gonzalo Chávez, a través de su cuenta en Facebook, calificó el discurso de Arce como “penoso”. 

“En lo político: Maniqueo. Confrontacionista. Odiador. Torpe. Una pena. En lo económico: antes de nosotros las trabas neoliberales. Ahora las maravillas del proceso de cambio. Datos torturados, medias verdades. Muy pobre”, escribió. 

Chávez coincidió, por separado, con Valverde respecto a que el país necesita reconciliación, encuentro, diálogo y paz.