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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 13:26

LA CIDOB Y EL CONISUR PROTAGONIZARON MARCHAS A FAVOR Y EN CONTRA. EN MEDIO DE ESTA RESISTENCIA SE IMPONE LA CONSULTA PREVIA.

TIPNIS: 2 marchas y una consulta

TIPNIS: 2 marchas y una consulta



Dos marchas y una consulta el 2012 no cerraron la polémica propuesta gubernamental de construir la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos, atravesando el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Desde el 2010 las protestas y propuestas lideradas por dos organizaciones, la Confederación de los Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y Consejo Indígena del Sur (Conisur) resquebrajaron las relaciones al interior de éstas.

En febrero de este año, la vicepresidenta de la Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEMB), Míriam Yubánore, inicia la movilización contra OAS, la empresa brasileña encargada de la construcción de la carretera. El mes de mayo, el Gobierno rescinde contrato, y la constructora retira a 400 trabajadores y sus maquinarias de los tramos I y III.

La segunda marcha en rechazo a la carretera y la décima primera en defensa del territorio, no tuvo la respuesta esperada, 14 días de vigilia terminaron con un retorno amargo y la pérdida de dos marchistas que fallecieron en un accidente protagonizado por la camioneta de la Sub Central Sécure.

Mientras los indígenas de la CIDOB insistían en el ‘No’ a la carretera, Indígenas del Conisur protagonizaron la ‘contra marcha’ hasta la Sede de Gobierno para impulsar la construcción de la vía y el inicio de la consulta previa.

La consulta inició en julio en dos eventos simultáneos en las comunidades Oromomo (Beni) y San Miguelito (Cochabamba). “El diálogo es para hablar del desarrollo integral; del uso y aprovechamiento de los recursos naturales que estamos observando con equilibrio”, fueron las palabras del ministro de Agua y Medio Ambiente, Felipe Quispe, en Oromomo.

Veedores internacionales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), además de miembros del Tribunal Supremo Electoral participaron de la consulta, donde se advirtieron varias irregularidades durante la consulta. Asimismo, una comisión integrada por la Iglesia católica y organismos internacionales de Derechos Humanos fue parte del proceso.

La carretera se construye 

Contradicciones  en la consulta

Informes del Gobierno y la comisión interinstitucional internacional se contradicen en los resultados de la consulta sobre la construcción de la carretera.

La consulta finalizó el viernes 7 de diciembre y el Gobierno concluyó que el 80 por ciento de las comunidades pide la construcción de una carretera por el medio del parque y territorio indígena, y un 82 por ciento rechazó la Ley 180 que declara intangible al TIPNIS y prohíbe obras en ese territorio. En días pasados, la comisión integrada por la Iglesia católica, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb) y la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), señaló que 30 de las 36 comunidades consultadas rechazaron la construcción de la carretera. Asimismo, informaron que la consulta se hizo bajo presión, dividiendo a los indígenas y entregando prebendas.

El ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez, aseguró que los resultados de la consulta previa son “irrefutables y democráticos”, a tiempo de dar a conocer algunos acuerdos a los que llegaron con los indígenas, entre éstos mayor presencia de las autoridades nacionales, caminos vecinales, mejoras en los ríos, titularización de tierras e instalación de viveros, entre otros.

sugieren carretera ecológica

Túneles subterráneos, viaductos de grandes dimensiones, cruces o paso para animales son parte de las características de una propuesta ecológica que pretende dar continuidad al proyecto carretero del Gobierno.

Tomando en cuenta todas las características del TIPNIS se pone a consideración la propuesta de la construcción de la Carretera Ecológica “Tipo”, que permitirá que las infraestructuras de comunicación tengan el menor impacto posible en los ecosistemas naturales de esta región.

Dos tipos de medidas son consideradas en la propuesta: 1) las medidas no estructurales que prevé la formación natural de un túnel ecológico con los follajes de árboles, asimismo, se consideran planes de manejo de flora y fauna, así como salvaguardas ambientales y sociales, entre otros. 2) las medidas estructurales se refieren a subterráneos o ecoductos construidas sobre la via para facilitar el cruce de fauna, y otros como los puentes en volados sucesivos.

La Asociación de Ingenieros Eméritos de Cochabamba informó que no es posible la construcción de túneles en un terreno sin rocas y con material suelto.