Los residentes aseguran que la gente solamente visita Oruro para comprar productos que son introducidos ilegalmente y tienen un costo más reducido 

El economista y escritor orureño Carlos Martínez Murillo vive en Cochabamba hace 50 años.

Dejó su departamento cuando apenas tenía 25 años para terminar sus estudios en Cochabamba y poder conseguir un trabajo.

Él asegura que actualmente el progreso de su departamento es muy lento y que Oruro es para el país uno de los departamentos más de Bolivia que ha quedado olvidado por las autoridades.

Sin embargo, sostiene que el movimiento económico de Oruro sigue siendo el mismo de hace muchos años con la diferencia de que la actividad económica a la que se dedica la gente es el contrabando.

“Ahora lo que le da vida y movimiento económico a Oruro es el contrabando de vehículos, electrodomésticos y ropa americana”, dice a tiempo de señalar que la mayoría de la gente viaja a ese departamento solamente por comprar mercadería a bajo precio.

Recuerda que Challapata hace décadas atrás era un pueblo muy lindo pero “ahora es nido de los contrabandista de todo tipo”.

Martínez viaja al menos una vez por año a su tierra y señala que lo que más extraña son sus amigos y la gente que vivía en Oruro, asegura que todos se marcharon a La Paz, Cochabamba y Santa Cruz en busca de trabajo.

“En Oruro ahora los orureños somos unos extraños en nuestra tierra, porque nuestros amigos se han ido y la gente ha migrado del campo a la ciudad”, asegura.

También recuerda que su departamento era el centro comercial, industrial y ferroviario del país.

Sostiene que la gente que vive en otros departamentos quiere hacer mucho por Oruro, sobretodo para que esta región crezca económicamente dentro del comercio formal que tenía antes y que en la actualidad se ha perdido por el contrabando.

“Oruro fue la primera ciudad en ser asfaltada los turcos y los yugoslavos tenían los mejores negocios era una tierra próspera, rica y llena de dinero. Oruro sostuvo al país por muchos años y la gente de ese departamento llevó trabajo y fortaleza a otras ciudades como Santa Cruz”, dijo.

Para Martínez hablar de Oruro es hablar de esfuerzo de hombres y de mujeres inteligentes, estudiosos y muy querendones de su tierra.