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NOESIS

Los posibles escenarios desde el lado azul

Los posibles escenarios desde el lado azul
En diciembre del 2009, en el VII Congreso del MAS, decía a sus acólitos: “No estamos de paso por el Palacio, no estamos visitando el Palacio, hemos llegado al Palacio para toda la vida”. Y así, en diversos actos machacó y machacó con lo mismo. Para Evo, las elecciones son una parodia y, como en toda tiranía, las elecciones solo les sirven si las van a ganar. Hasta principios de agosto de este año, en pasillos de la “Casa del Pueblo” se respiraba optimismo y seguridad en la victoria en primera vuelta, más que por méritos propios gracias a la “desfigurada campaña de la oposición”. Sin embargo, desde finales de agosto, las caras largas, gritos de acusación y búsqueda de culpables rondan los salones, pasillos y dormitorios del poder. La catástrofe de la Chiquitanía, con más de un millón de hectáreas y el mal manejo de la crisis,  les ha quemado varios puntos en las encuestas. Los bonos de Evo han bajado y ya no es posible, en “condiciones normales”, la victoria en primera vuelta. Considero que, en un golpe de urgencia, entre los estrategas azulados se desempolvan viejos teatros de acción política y se diseñan otros. Imaginemos algunos escenarios  con “sus palabras”. Primer Escenario: “esto es pasajero y lo sabremos remontar. Es cuestión de culpar y cortar algunas cabezas oficialistas y opositoras. Hemos demostrado gran capacidad de reinvención y de resilencia ante las crisis. De la pérdida del mar hemos salido sin grandes rasguños. ¿De dónde se sacan que los bolivianos tienen una conciencia ecológica elevada? Saldremos y ganaremos”. (El problema es el tiempo y el hoyo de caída parece ser más profundo.
Segundo: “Controlamos todos los espacios de poder y el TSE está a nuestro servicio. Las herramientas que tenemos para ganar en primera vuelta son: asegurar a como dé lugar los votos rurales por encima del 90 por ciento , el de las áreas periféricas urbanas cautivas encima del 70 por ciento , la votación en el exterior en un 80 por ciento y subir el fraude por el “proceso de cambio” hasta donde sea necesario.
Tercero: “Ha llegado el momento de escuchar al pueblo. El TSE debe ser denunciado, acusado y cambiado. Entre hacer la convocatoria a un nuevo TSE, hacer la selección, posesionarlos a nivel nacional y completar los tribunales departamentales nos toma mínimo un año. De esa manera se postergan las elecciones hasta que estén dadas las condiciones institucionales para las mismas. Ganamos tiempo. Todos los mandos del Estado se prorrogan y establecemos un año de tregua y de anulación de la oposición (...).