Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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INNOVACIÓN Y FINANZAS

Mujeres, banca y rentabilidad

Mujeres, banca y rentabilidad
Un reciente estudio, realizado en 87 instituciones financieras estadounidenses en el periodo 1999-2015, concluye que un banco con suficiente número de mujeres puede resultar ser más rentable. En los bancos analizados, la cantidad de mujeres es de 56.7 por ciento del total de empleados, desciende a 48 por ciento cuando se trata de niveles medios o bajos, y el 30.8 por ciento cuando engloba solo ejecutivos de alto rango.

Las autoras Ann Owen, profesora de Economía del Hamilton College de Nueva York, y Judit Temesvary, economista de la Reserva Federal de EEUU, sugieren que la diversidad de género mejora los resultados de las entidades financieras. Según el estudio, “las mujeres, en general, tienden a acumular más conocimientos en determinados ámbitos, como los recursos humanos o la experiencia gubernamental. Y, por lo tanto, cuanto más paritarios sean los órganos de decisión, más heterogéneas serán las voces de los que mandan; y el proceso de la toma de decisiones será mejor” y añade que un directorio más femenino tendrá un papel más activo, y con mayor presencia, a la hora de ejercer tareas como controlar la actividad de los gestores de la institución. Pero además, esta diversidad tiene impacto en los resultados económicos, ya que fomenta la creatividad y la productividad. El requisito para que esto suceda, es que estos bancos estén bien gestionados y los costos que representa tener esta diversidad se minimicen.

Al respecto, Ana Botin, presidenta ejecutiva del banco Santander, en su perfil de Linkedin ha publicado recientemente que “ Además de talento, las mujeres aportan al negocio competencias complementarias a las de los hombres: mejor comunicación interpersonal, cooperación, pensamiento horizontal y capacidad de escuchar de verdad. También mayor empatía y capacidad de priorizar. En los grupos de trabajo, con una sana mezcla de mujeres y hombres, hay mejor comunicación, están más abiertos a nuevas ideas y la confianza entre los miembros del grupo es mayor. Todos ganamos. Y el resultado es mayor eficiencia y mejor rendimiento”.

Y pese a que estos estudios y afirmaciones han sido ampliamente difundidas, la participación del sector femenino en las entidades bancarias, a nivel global, sigue siendo poco importante. De hecho, estudios del Banco Mundial, del año 2017, indicaban que el desafío de incluir las perspectivas de las mujeres en las finanzas llega a la cima de muchas organizaciones, incluso en las economías más grandes y desarrolladas del mundo. En efecto, en Estados Unidos menos del 10 por ciento es directora ejecutiva en los principales bancos. En el Reino Unido, las mujeres ocupan solo el 9 por ciento de los puestos de los directorios de las instituciones financieras.

Bolivia, si bien ocupa el segundo lugar entre los países con mayor inclusión financiera de género, en América Latina, según un informe del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF); sin embargo, la participación de la mujer en directorios y a nivel de mandos altos y medios es bastante pobre y está debajo de los estándares internacionales. El único banco que tiene buenos niveles de rentabilidad y que tiene a la cabeza del directorio a una mujer es el banco FIE, además de varias directoras mujeres, a nivel de empleados, la participación de la mujer es bastante representativa ya que alcanza al 54 por ciento .

El feminismo autosuficiente, liderado por Sheryl Sandberg, ya es una realidad en otras latitudes y llegará a la banca boliviana, para que las mujeres puedan valerse por si mismas y lograr mejores niveles salariales, condiciones más flexibles y alcanzar posiciones directivas/ejecutivas, compatibilizando su vida profesional con la vida personal, para el bien de todos.