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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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DESDE AFUERA

Malos tiempos para la diplomacia cubana, ahora es turno de Canadá

Malos tiempos para la diplomacia cubana, ahora es turno de Canadá
La decisión de Canadá de reducir su Embajada en La Habana por los incidentes de salud que han afectado a sus diplomáticos suma un nuevo varapalo para el Gobierno cubano, que ha visto multiplicarse en poco tiempo los frentes abiertos en sus relaciones exteriores, con tensiones con EEUU y Colombia

El país norteamericano anunció esta semana la salida de la mitad de su personal en la isla tras confirmarse que otro canadiense está afectado por unas misteriosas lesiones cerebrales similares a las sufridas en La Habana por más de una veintena de diplomáticos de EEUU, que también redujo al mínimo su legación hace un año

Aunque el tono canadiense ha sido mucho más suave que el empleado por Washington en este escenario, en la práctica el proceder ha sido similar, ya que Canadá sacó de Cuba hace meses a las familias de los diplomáticos para acabar ahora recortando drásticamente su personal

Las relaciones entre Canadá y Cuba han sido tradicionalmente cordiales: desde que en 1976 el entonces primer ministro Pierre Trudeau, padre del actual mandatario Justin Trudeau, se convirtió en el primer líder de un país de la OTAN en visitar La Habana, Ottawa ha sido el gran valedor de la isla en Norteamérica frente a la beligerancia y el duro embargo económico impuesto por Washington

La embajadora cubana en Canadá, Josefina Vidal, una experimentada diplomática crucial en el deshielo con EEUU, protestó de inmediato la "incomprensible" decisión del Gobierno canadiense y advirtió de que tendrá "un impacto en las relaciones" y "favorece a los que en Estados Unidos utilizan este asunto para atacar y denigrar a Cuba"

Lo ocurrido con Canadá complica aún más las relaciones exteriores del país caribeño, que en las últimas semanas, además de enfrentar nuevas hostilidades de Washington, inició un pulso con Colombia a cuenta de los negociadores del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que están en La Habana, sede de las negociaciones de paz entre el Gobierno de Bogotá y esa guerrilla

El presidente colombiano, Iván Duque, rompió esos diálogos a consecuencia de un atentado del ELN en Bogotá que dejó 21 muertos y exigió a Cuba que entregue a los guerrilleros que se encuentran en la isla desde mayo a la espera de la reanudación de las conversaciones. Pero Cuba, que además de sede es uno de los países garantes de la negociación, adujo que se ceñirá a los protocolos de la negociación, aceptados en su momento tanto por el Estado colombiano como por el ELN y que prevén un corredor seguro para el regreso de los negociadores a territorio colombiano. De los restantes países garantes también Noruega apoya la posición de Cuba, mientras Venezuela, Brasil y Chile no se han pronunciado

Pese a que Cuba actuó en apego al procedimiento establecido en caso de ruptura de la negociación, su negativa a extraditar a los guerrilleros no solo le ha costado un enfrentamiento con Colombia: también le ha puesto otra vez en el disparadero de la Administración de Donald Trump, que ya era abiertamente hostil con La Habana

El encargado de Latinoamérica en la Casa Blanca, Mauricio Claver-Carone, acérrimo detractor del Gobierno cubano, reveló que EEUU evalúa volver a incluir al país en la lista de países patrocinadores del terrorismo de la que la isla salió en 2015.