Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 03:42

Agricultura urbana y periurbana

Agricultura urbana y periurbana
Durante los últimos años se viene mencionando a este tipo de actividad como una forma de resarcir los daños a la naturaleza, debido al proceso de urbanización implementado. Comenzaremos haciendo una diferenciación. La agricultura urbana está pensada para el entorno consolidado y de muy pocas posibilidades de contar con tierra virgen para cultivar. En cambio la agricultura periurbana considera a la población que busca completar sus necesidades básicas en un entorno en proceso de consolidación.

Ambas tienen un objetivo muy noble como es el de mejorar el hábitat y la salud de la población como fin último. Sin embargo, cada una de ellas tiene un matiz particular; por ejemplo, la agricultura urbana aprovecha la intención del habitante urbano (servidor público o burócrata) de cambiar de hábitos ante la transformación veloz del entorno de vida y la intensificación de actividades, es por ello que reacciona con afinidad ante el planteamiento de términos como el reciclaje, la reutilización o el de la valorización de los residuos, sean estos sólidos o líquidos.

Su interés es deshacerse de los residuos para mejorar su calidad de vida y continuar con su consumismo, en una lógica de extracción infinita de los recursos; el interés económico para aprovechar los residuos parece no interesarle, pero sí el decir que está contribuyendo al medio ambiente seleccionando su basura o entregando a los que recolectan.

En cambio el poblador de las áreas periurbanas, ante su realidad insatisfecha, combina su necesidad económica con la social, sabe que puede aprovechar los escasos insumos y variedad de residuos, y avizora una intención incluso de acumular los residuos (en esencia orgánicos) para establecer una actividad productiva que mejore su producción de flores, hortalizas o frutas. De allí la acepción de un huerto familiar o incluso huerto comunal (dinámica barrial), pues este se constituye en una alternativa para el mejoramiento de la condición económica y, por ende, alimentaria de muchos hogares periurbanos.

En ambos casos hay una posibilidad de caer en la moda y simplemente hacer las cosas sin una conciencia real de mejorar las condiciones de habitabilidad de la familia o presumir que están contribuyendo a la calidad del medioambiente desde su miope intención de aparente uso racional de los recursos o medios productivos. En fin, son dos opciones que usted puede elegir como alternativa.