Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

La medallista tira la toalla en la final

La gimnasta estadounidense realiza gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de Tokio. EFE
La gimnasta estadounidense realiza gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de Tokio. EFE
La medallista tira la toalla en la final

Doble twist con doble mortal al salir de la barra, triple twist con doble atrás en el ejercicio de suelo, doble twist-doble salto en la salida de las asimétricas... Durante los últimos cuatro años para ver un twist perfecto no había que acudir a una pista de baile: la maestra estaba en el gimnasio.

Ni Chubby Checker, ni Bo Diddley, ni Sam Cooke, ni las Marvelettes, ni los Beatles. Ni siquiera Uma Thurman y John Travolta en aquella escena inolvidable de ‘Pulp Fiction’. Nadie giraba como Simone Biles.

Los ’twists’, en español los giros o piruetas, son parte esencial de la gimnasia artística. Biles, que hizo de ellos su seña de identidad, cambió ayer el ‘twist’ por el ‘shout’ y pegó un grito desde Tokio que se escuchó en todo el mundo.

Biles llegó a Tokio con la obligación del 'twist' cuando lo que necesitaba era el 'shout'. Y se le escapó el grito a la vista de todos, en el gimnasio Ariake, la instalación en la que se daba por hecho que ganaría las mismas o más medallas que las cinco que logró en Río en 2016.

“Hubo un par de días en los que todo el mundo te tuiteaba y sentías el peso del mundo". Y en cada uno de esos tuits vería el emoji que creó para ella hace una semana la red social, una cabra con una medalla de oro al cuello. La mejor de todos los tiempos. Y para cargar con esa piedra solo 24 años en los que ha sufrido el abandono materno y los abusos sexuales de un depredador como Larry Nassar.

Todos los elementos que llevan el nombre de Biles en el código de puntuación, por haber sido ella la primera en ejecutarlos, introducen giros novedosos.

El salto Biles incluye un medio giro al salir de la rondada y encarar el potro, y luego un doble twist en el mortal final, medio giro más que en el anterior salto de este tipo incluido en el código.

En la final de este martes solo hizo el ejercicio de salto y ni siquiera presentó 'su' salto. Hizo un Amanar, el más común entre las competidoras, con giro y medio. Dio un paso de más y clavó la mirada en su entrenador. Arrugó los labios porque se le empezaba a escapar el grito con el que quería decir basta.

Biles: Ya no confío tanto en mí misma

La gimnasta estadounidense Simone Biles declaró, tras retirarse de la competición por equipos de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, que ya no confía tanto en sí misma.

“Después de la actuación que hice, no quería seguir. Tengo que centrarme en mi salud mental. Creo que la salud mental está más presente en el deporte ahora mismo", dijo.

“Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos", precisó.

“Ya no confío tanto en mí misma. Tal vez sea por hacerme mayor. Hubo un par de días en los que todo el mundo te tuiteaba y sentías el peso del mundo. No somos solo atletas. Somos personas al fin y al cabo y a veces hay que dar un paso atrás", continuó.

Simone Biles se retiró de la final olímpica por equipos tras hacer solo el primer ejercicio, el de salto.

Después de obtener con su salto, un Amanar con giro y medio, una nota de 13.766, la peor entre las integrantes de su selección, la vigente campeona olímpica abandonó el escenario con el médico del equipo y regresó unos minutos después.

En las asimétricas, en las que iba a ser titular (lo son tres por país en cada aparato), fue reemplazada por Jordan Chiles. Poco después se anunció que no disputaría el resto de la final. Su equipo acabó ganando la medalla de plata, por detrás de Rusia y por delante de Gran Bretaña.

En la víspera de final por equipos, Biles escribiò en sus redes sociales: "No fue un día fácil ni mi mejor día, pero lo superé. Realmente siento que tengo el peso del mundo sobre mis hombros a veces".