Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Eleonora abre camino al folclore

Eleonora abre camino al folclore


La cantante cruceña Eleonora Cardona se encuentra en una nueva etapa de su carrera profesional, en la que decidió abocarse a la música nacional.

“La voz del sentimiento”, como se la conoce, comenzó a cantar con su papá (Lucho Cardona) y su hermana (Lucía), en la capital oriental, hace más de 20 años. Ganó muchos concursos y fue elegida Ñusta de la Canción Boliviana, en 1999. Hace una década comenzó su proyecto como solista y participó del reality de televisión “Cantando por un sueño”, de la Red Uno, para apoyar a un grupo de cantantes. También fue jurado del festival Aquí canta Bolivia, en tres oportunidades.

En todo este tiempo llevó en alto la música de Bolivia por diferentes países. Sus primeros discos, "Folclore" y "Mi Santa Cruz de la Sierra", la consolidaron como artista. El último lo grabó con Elmer Hermosa, Los Cambitas y Yalo Cuéllar. Hoy quiere conquistar ciudades como Cochabamba, Oruro y Potosí.

Su nuevo disco, “Bailamos”, que estará listo para finales de este mes, trae 15 canciones en diferentes ritmos, entre ellos kullawadas, morenadas, taquiraris, cuecas, huayños y caluyos. Fue trabajado en Perú, bajo la dirección de Randú Fernández y promete “poner a bailar a todos”. Otra de sus propuestas musicales llegará a fin de año, con el apoyo, en la grabación, de Fernando Torrico, exintegrante de Los Kjarkas y Tupay. “Calle Soledad” es el álbum y una pequeña muestra llega con el tema del mismo nombre en ritmo de caporal y “Urpilay”, una balada cantada en el inicio en quechua.

A su paso por Cochabamba, estuvo en la despedida del Carnaval, en El Pueblito, con una pequeña muestra de su talento.

Se refirió a sus nuevas propuestas que buscan seducir a todo el país, en su próxima gira.

“La música me ha abierto muchas puertas en diferentes países, donde respetan el folclore nacional y reconocen el origen de los ritmos. Con Perú tenemos muchas similitudes y hay una gran aceptación. Siempre resalto lo que es boliviano fuera de las fronteras”.

Su mayor orgullo es su hijo de 16 años, quien la acompaña con el charango y la guitarra, pero su sueño es cantar la música nacional. Está a la espera de concluir sus estudios en el colegio para iniciar su carrera, con el apoyo de su mamá que está segura de su talento y orgullo por realzar el folclore del país.