Estudiantes, profesores, militantes de organizaciones ecologistas y hasta autoridades de al menos veinte ciudades brasileñas se sumaron este viernes a las movilizaciones registradas en todo el mundo para exigir que los Gobiernos actúen con contundencia contra el cambio climático.

En las movilizaciones de Brasil, así como en las de todo el mundo, destacó la amplia presencia de jóvenes, principalmente estudiantes, que marcharon por céntricas calles de ciudades como Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte y Recife, las mayores metrópolis del país.

Los estudiantes brasileños, portando carteles con consignas ecológicas y ataques al presidente Jair Bolsonaro, al que acusan de promover la deforestación de la Amazonía por su retórica antiambientalista, dejaron claro su compromiso con el movimiento "Fridays for Future", la campaña global contra la crisis climática liderada por Greta Thunberg.

Las protestas en el mayor país latinoamericano formaron parte de las cerca de 5.000 acciones de protesta convocadas en unos 150 países en el marco de la "Global Climate Strike" como pistoletazo de salida de una agitada semana de movilizaciones y huelgas, del 23 al 27 de septiembre, coincidiendo con la cumbre de acción climática convocada por la ONU en Nueva York.

La mayor movilización en Brasil fue la de Sao Paulo, mayor ciudad del país y en donde los manifestantes se concentraron frente al Museo de Arte de Sao Paulo (Masp) antes de marchar por la emblemática Avenida Paulista rumbo a la Plaza Roosevelt.

Los defensores del medioambiente ocuparon varias calles de la Avenida Paulista pero su número no fue divulgado por la Policía.

"Estamos en un momento complicado. Pasamos por una transformación muy grande de valores y nuestro presidente, infelizmente, está haciendo lo contrario de lo que la sociedad quiere. Pese a que fue elegido democráticamente, él no hace lo que la sociedad quiere y necesita", afirmó a Efe la profesora Diambas Fracen, una de las manifestantes en Sao Paulo.

Pese a sus protestas contra los cambios climáticos y la deforestación, esta profesora de 46 años repitió el argumento de Bolsonaro según el cual la Amazonía "es un patrimonio nacional del pueblo brasileño" y es Brasil el responsable por cuidarla.

A los jóvenes que marcharon en Sao Paulo se unió Rodrigo de Souza Lucena, que trabaja recogiendo basura reciclable hace más de 20 años y que portaba un globo elaborado con materiales de desecho.

"Es un globo que muestra el planeta contaminado. Es para mostrar a las autoridades que nuestro planeta está contaminado. La Amazonía está quemándose y a nadie le importa. Si los jóvenes no protestan, los políticos hacen lo que quieren", afirmó Lucena a Efe al manifestar su respaldo a la movilización de los estudiantes.

En Río de Janeiro los manifestantes ocuparon las escalinatas de la Asamblea Legislativa regional para protestar principalmente contra los miles de incendios forestales que se han registrado este año en la Amazonía y que muchos atribuyen a omisiones del Gobierno Bolsonaro.

La movilización de Río contó con el respaldo de la dirección del Museo del Mañana, que ofreció actividades educativas sobre los cambios climáticos.

En Recife, una de la mayores capitales de la región nordeste del país, la movilización contó con el apoyo de la Alcaldía y terminó con una concentración en el Marco Zero, uno de los principales puntos turísticos en el centro histórico.

En la plazoleta, de frente al mar, 500 niños de la red pública municipal de educación formaron un panel humano con un mensaje que, leído desde encima, urgía a las autoridades a "Salvar el planeta".

El alcalde de Recife, Geraldo Julio, quien también preside en Suramérica la Red de Gobiernos Locales para la Sustentabilidad (ICLEI, por su sigla en inglés), hizo un llamado para que los 75 municipios del foro se movilicen en pro del medioambiente.

"Todos los días el planeta da señales de que necesitamos habitarlo de una manera diferente, tratarlo de una manera mejor y más responsable", dijo