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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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LA ESTÁN DESARROLLANDO EN ALEMANIA

Vacuna pasiva contra COVID-19 busca minimizar los síntomas

Se administrarían anticuerpos que ayudarían a neutralizar el virus. Los especialistas que están a cargo de la investigación aseguran que ya lograron resultados favorables.
Vacuna pasiva contra COVID-19 busca minimizar los síntomas

La vacuna pasiva contra el SARS-CoV-2 que se está desarrollando en Berlín no será el remedio universal para controlar la pandemia, pero sí tiene el fin claro de minimizar síntomas en personas contagiadas y contribuir, además, a explicar la existencia de cuadros clínicos tan diversos para un mismo virus.

Se trata de administrar anticuerpos terminados cuya capacidad de neutralizar el virus ya ha sido probada, explica en entrevista a EFE Harald Prüß, líder del grupo de investigación del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE) y médico jefe de la Clínica de Neurología con Neurología Experimental del hospital berlinés de la Charité.

Es la gran diferencia respecto a la vacuna activa, en la que el propio organismo crea anticuerpos, un proceso más largo, pero que ofrece una protección permanente.

La vacuna que están desarrollando investigadores de la Charité y el DZNE a partir de anticuerpos de personas que han superado el coronavirus, ha sido probada con éxito en hámsters -que contraen la COVID-19 de manera similar a las personas-, y el resultado fue una neutralización del virus, de manera que los animales no enfermaron.

La esperanza ahora es que funcione igual en personas, pero "dado que el efecto probablemente solo sea de corta duración, de unas semanas (...), este procedimiento naturalmente no es el idóneo para controlar la pandemia a nivel global", señala.

Así, esta vacuna puede ser "interesante sobre todo para aquellos pacientes que acaban de enfermar o incluso únicamente están en contacto" con algún positivo; en el caso de una residencia, por ejemplo, se trataría de "proteger preventivamente con el anticuerpo" a los ancianos para que no lleguen a contraer la enfermedad.

El enfoque de base tiene como objetivo que los pacientes que hayan enfermado presenten una evolución leve o incluso una remisión de los síntomas, añade.

"No obstante, partimos de la base de que para alguien que ya ha enfermado de gravedad, que por ejemplo se encuentra ya en la unidad de cuidados intensivos, este efecto de los anticuerpos llegaría demasiado tarde", subraya.

Según Prüß, estudios recientes apuntan a que en un estado grave son sobre todo sustancias mensajeras inflamatorias y otros aspectos los que desempeñan un papel y no ya tanto el virus en sí mismo.