El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que, a partir de hoy, no otorgará visas de turista a las mujeres extranjeras embarazadas que visiten el país en lo que calificó como “turismo de nacimiento”, una práctica que asegura la ciudadanía de los nacidos en dicho territorio, según EFE.

Este cambio en las regulaciones para el otorgamiento de las visas de turista (B1 y B2) “es necesario para fortalecer la seguridad pública, la seguridad nacional y la integridad de nuestro sistema de inmigración”, aseveró la Secretaría de Prensa de la Casa Blanca en un comunicado.

De acuerdo con la Constitución de EEUU, las personas nacidas en sus dominios tienen derecho a la ciudadanía, aún si sus parientes no lo son. 

A los 21 años, esos hijos pueden solicitar la residencia permanente de sus familiares, algo que los críticos del sistema califican como inmigración en cadena. “La industria del turismo de parto amenaza con sobrecargar los recursos hospitalarios”.