El número de muertos por los potentes terremotos superan los 12.000, de los cuales 9.057 se produjeron en Turquía y 2.992 en Siria, según datos actualizados hasta este miércoles. En tanto, continúan las tareas de rescate para encontrar supervivientes entre los escombros.

Asimismo, en los dos países golpeados por el desastre se contabilizan también más de 58.000 heridos, muchos con fracturas y cortes de gravedad.

En Turquía, un total de 6.444 edificios en 10 provincias del sureste han colapsado por los fuertes terremotos, según el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien ayer por la mañana reconoció que inicialmente las autoridades tuvieron algunos problemas en las tareas de rescate.

VIDAS SALVADAS

En las últimas horas se han producido varios rescates de personas que llevaban más de 50 horas sepultadas por los cascotes, mientras que los equipos especializados excavan en una búsqueda cada vez más desesperada.

Una mujer, de 50 años, sobrevivió 60 horas bajo los escombros de un edificio en la ciudad de Kahramanmaras, el epicentro de los terremotos que azotaron el sureste de Turquía, en la madrugada del lunes pasado.

Pese a que en Turquía hay desplegados unos 60.000 miembros de equipos de rescate en la zona más golpeada, la devastación es de tal grado y el área tan amplia que todavía hay lugares a los que no ha llegado ayuda alguna.

Aunque decenas de países han prometido ayuda a Turquía y muchos equipos se encuentran ya en el terreno, el desafío es rescatar a los atrapados bajo los escombros lo antes posible porque el frío reduce sus posibilidades de supervivencia.

SIETE DÍAS PARA EL RESCATE

Según un representante de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, la primera que actúa en casos de desastre, sólo hay una ventana de siete días para rescatar a las personas que han quedado sepultadas bajo los escombros.

Esta estimación es resultado de innumerables operaciones de rescate en el mundo, aunque siempre puede haber excepciones y que las víctimas soporten un poco más de tiempo, tal y como ha comentado el portavoz de esa entidad, Jens Laerke, al hacer un primer balance del coste humano de la tragedia.

Para rescatar a las víctimas, la ONU ha movilizado sendos equipos de evaluación de desastres, así como de búsqueda y rescate, compuestos por los mejores especialistas del mundo en estas tareas, los que están viajando a Turquía.