El colectivo Uruguay es Música (UEM), que engloba a productores y gestores del entorno musical del país suramericano, manifestó que hay "injusticia" en priorizar otras actividades antes que la reactivación de la cultura y planteó un plan escalonado de retorno.

Esta propuesta incluye volver inmediatamente a los espectáculos con el aforo de 30 % de las salas y el protocolo ya implementado en 2020 -entradas por internet, toma de temperatura en la entrada, público sentado, alcohol en gel en las mesas- mientras se define la implementación del "pase responsable" proyectado por el Ejecutivo y ensayado con un evento de ballet el pasado sábado.

Así lo aseguraron este lunes en una conferencia de prensa en la sala La Trastienda Club de Montevideo los voceros del grupo, quienes enfatizaron que la situación de urgencia que vive el sector no admite más demoras.

La productora y directiva de UEM Verónica Piana indicó que, pese a que el Ejecutivo de Luis Lacalle Pou (centroderecha) les abrió la puerta, no se ha avanzado en la configuración de dicho plan porque, dice, el Gobierno entiende que "habilitar los espectáculos es una señal de que está todo bien".

Piana considera que es cuestionable que otras actividades económicas, como comercios o espacios gastronómicos, hayan regresado mientras que los espectáculos fueron suspendidos desde el 23 de marzo -en principio hasta el 13 de junio- ante el aumento de casos de covid-19 y argumentó que no sabe "quién define que en la cabeza del público" acudir a esos espacios "es menos señal de 'viva la pepa' que ir a un show".

Por su parte, la productora Lea Bensasson coincidió en que la música quiere "salir del ránking de injusticias" y dijo que si bien no es deseable una reactivación "en plena pandemia" -por el panorama de récord mundial en casos nuevos y muertes por millón de habitantes que registra el país-, las ayudas públicas no alcanzan para subsistir.

Además, Piana sostuvo que el plan del colectivo es que el aforo se pueda ir aumentando y así retomar de a poco la actividad, ya que un 30 % de aforo no genera ganancias a la industria y, de garantizarse un plan con tests subsidiados por el Estado a los no vacunados, se puede escalar a un 50 % de la capacidad.

"Nuestro sector no es más riesgoso, lo demostramos el año pasado, hicimos un montón de shows. El primer protocolo fue el nuestro, en ningún evento hubo casos más allá de que se haya perdido la trazabilidad", recalcó.