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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Retracción en primer trimestre abortó recuperación de Brasil, dice Gobierno

Retracción en primer trimestre abortó recuperación de Brasil, dice Gobierno

La retracción del 1.5% que sufrió la economía brasileña en el primer trimestre de 2020 aún sin sentir totalmente los efectos de la paralización de actividades por la pandemia del COVID-19 abortó el proceso de recuperación económica que el país intentaba desde 2017, admitió ayer el Gobierno.

"El resultado negativo de la actividad económica en el primer trimestre, aunque esperado, lamentablemente le pone fin a la recuperación económica en curso desde comienzos de 2017", afirma un comunicado divulgado por el Ministerio de Economía.

Según los datos publicados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, el Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil en el primer trimestre se contrajo 1.5% en relación a los últimos tres meses del año pasado -su mayor caída en esta comparación desde el segundo trimestre de 2015- y un 0.3% en la comparación con el mismo período de 2019.

Esa retracción aún no refleja totalmente los efectos de la pandemia, ya que las primeras medidas de paralización de actividades en Brasil fueron adoptadas en la segunda quincena de marzo, por lo que los analistas prevén que la crisis será medida con más precisión en el segundo trimestre y que el país terminará el año con una caída del PIB de cerca del 5%.

A comienzos del año el Gobierno esperaba un crecimiento económico del 2.5% en 2020, que finalmente le daría impulso a la mayor economía de Sudamérica tras la histórica recesión que sufrió en 2015 y 2016, cuando el PIB se retrajo cerca de siete puntos porcentuales.

La economía comenzó a recuperarse en 2017 pero venía creciendo muy lentamente: 1.3% en 2017, 1. % en 2018 y 1.1% en 2019.

Con la pandemia el Gobierno revisó sus proyecciones y ahora espera una retracción del 4.7% en 2020, un índice optimista con respecto a la caída del 5,89 % que esperan los economistas.

De cumplirse cualquiera de esos pronósticos, Brasil sufrirá en 2020 la mayor recesión en su historia, como consecuencia de la crisis sanitaria.

Según el Ministerio de Economía, la paralización de actividades en la segunda quincena de marzo (la sexta parte del período) terminó impactando con gran fuerza el resultado de todo el trimestre.

"Los impactos iniciales de la pandemia en la economía a partir de marzo revirtieron los buenos indicadores de empleo, recaudación y actividad económica en el primer bimestre, llevando la variación del PIB para el terreno negativo", asegura el comunicado.

El Ministerio espera una caída más fuerte del PIB en el segundo trimestre, que terminará contagiando el resultado de todo el año.

"Los efectos dañosos sobre la salud de la población brasileña y de nuestra economía aún persisten. De esa forma el resultado económico de la actividad en el segundo trimestre será aún peor", afirma la cartera.

"Las consecuencias serán nefastas para la población con el aumento del desempleo y la quiebra de las empresas", agrega.

De acuerdo con el Ministerio, los cuatro grandes desafíos después de la pandemia serán desempleo, aumento de la pobreza, el gran numero de empresas quebradas y la necesidad de un mercado de crédito más eficaz.

El Ministerio, por lo mismo, defendió la adopción de reformas estructurales para minimizar a largo plazo los efectos de la crisis económica en el empleo y la pobreza.

El ministro de Economía, Paulo Guedes, afirmó que realizará un análisis mensual de los datos para intentar establecer si la economía ya estaba enfrentando problemas antes de la pandemia.

El estado de actividad podía estar "medio anémico ya en los dos primeros meses del año", admitió el ministro.

Guedes agregó que la recuperación dependerá de la retomada de las actividades y que está será segmentada, ya que algunos sectores podrán reiniciar trabajos más rápido, y diferenciada por regiones, ya que en algunas la crisis sanitaria es mayor