Partido de Macron recibe un revés en municipales francesas marcadas por la abstención y medidas estrictas de bioseguridad
Los denominados verdes estarán en el gobierno de las tres principales ciudades de Francia tras haber ganado la segunda, Marsella, y la tercera, Lyon, mientras que en París lo harán aliados con la socialista Anne Hidalgo, que revalidó el puesto de forma clara.
La segunda vuelta de las municipales francesas confirmó ayer el
"tsunami" ecologista que anunciaban los sondeos y el revés del partido
"macronista", en unos comicios marcados por una abstención récord en
medio de importantes medidas de seguridad por la pandemia de
coronavirus.
Los verdes estarán en el gobierno de las tres principales ciudades de
Francia tras haber ganado la segunda, Marsella, donde acabaron con un
cuarto de siglo de gobiernos conservadores, y la tercera, Lyon, la
gran esperanza del "macronismo", mientras que en París lo harán
aliados con la socialista Anne Hidalgo, que revalidó el puesto de
forma clara.
Además, conquistaron Burdeos y Estrasburgo y se quedaron a 227 de
votos de arrebatar Lille a la histórica socialista Martine Aubry.
La ola ecologista fue la principal noticia de la jornada junto con la
victoria de la extrema derecha en Perpiñán, su primera presa de peso
desde 1995, y a la elevada abstención.
Solo dos quintas partes de la población se desplazó a los colegios
electorales en unos comicios celebrados tres meses después de haber
sido aplazados en medio del avance de la COVID-19, tras haber superado
el 15 de marzo la primera vuelta en la que solo votó el 45% del censo.
Mes y medio después de que el país comenzara la desescalada, el
Gobierno galo programó de nuevo el voto, pero pese a la mejora de la
situación sanitaria, los ciudadanos parecieron no haber perdido el
miedo al contagio, a lo que se sumó la práctica ausencia de campaña
electoral.
Fue tal la abstención que el presidente, Emmanuel Macron, mostró su
preocupación por la baja participación, según confirmó a Efe el
Elíseo.
REVÉS MACRONISTA
La baja participación no oculta que el partido del presidente ha
mostrado una enorme limitación territorial y suma un segundo revés
electoral sin su líder como cabeza de cartel electoral, tras haber
sido superado en las europeas de 2019 por la ultraderecha.
El único motivo de celebración en el "macronismo" fue la victoria en
Le Havre del primer ministro, Édouard Philippe, que cobra una
dimensión particular en medio de los rumores que apuntan a que saldrá
del Ejecutivo en los próximos días.
Se conjetura que Macron prepara una amplia remodelación del Ejecutivo
para darle un giro más social y ecológico con el que pretende afrontar
los dos años que le quedan en el Elíseo.
Una nueva dirección que difícilmente podría encarnar Philippe, una
figura procedente de la derecha y que, a menudo, ha asegurado que no
está dispuesto a renegar de sus convicciones.
El resto de sus candidatos fueron barridos en ciudades importantes,
incluida Lyon, donde defendían el legado de Gérard Collomb, pero que,
en medio de divisiones internas, se esfumó en manos de los
ecologistas.
La tercera ciudad del país fue uno de los símbolos del avance de los
verdes, que un año después de haber dado la sorpresa en las europeas,
donde fueron terceros por delante de los dos partidos históricos,
demostraron que gozan de una dinámica ascendente.