La Organización Mundial de la Salud (OMS) negó haber "falsificado" los datos de Guinea Ecuatorial referentes al coronavirus, como alegan las autoridades ecuatoguineanas, que han exigido la salida de su representante en el país.

En un comunicado en la web de su oficina en África, la OMS acusa recibo de una solicitud del Ministerio de Asuntos Exteriores de la excolonia española para que su representante en Malabo, la doctora burundesa Triphonie Nkurunziza, abandone Guinea Ecuatorial.

En una "nota verbal" fechada el 26 de mayo, la cancillería ecuatoguineana exigía a esa agencia de la ONU la "retirada" de Nkurunziza de "manera inmediata" y le recomendaba que propusiese a "otra persona para su pronto reemplazo", sin dar más explicaciones.

Tras cursarse esa carta, el primer ministro de Guinea Ecuatorial, Francisco Pascual Obama Asue, acusó después a la representante de falsear las cifras de la COVID-19 en el país, durante una reciente comparecencia ante el Senado.

"Ha habido un malentendido sobre los datos, que la OMS se ofreció a aclarar. La OMS desea manifestar que la doctora Nkurunziza no falsificó las cifras de la COVID-19", afirmó la OMS en el comunicado, al tildar de "lamentable" la decisión del Gobierno de Malabo.

La agencia de la ONU defendió la "competencia, compromiso e integridad" de Nkurunziza, en quien tiene "plena confianza", y añadió que seguirá apoyando a Guinea Ecuatorial en la respuesta contra el coronavirus.

Otro país africano, Burundi, declaró el pasado mes persona "non grata" al entonces representante de la OMS en esa nación, Walter Kazadi Mulombo, y a otros tres expertos del mismo organismo, a quienes invitó a dejar el territorio burundés, por su supuesta interferencia en la gestión de la pandemia de la COVID-19.

Hasta la fecha, Guinea Ecuatorial, con unos 1,3 millones de habitantes, ha confirmado 12 muertos, 1.306 contagios y 200 curaciones por coronavirus.

Desde su independencia de España en 1968, Guinea Ecuatorial está considerada por grupos de defensa de los derechos humanos uno de los países más represivos del mundo, debido a las acusaciones de detenciones y torturas de disidentes y a las denuncias de fraudes electorales.

El jefe de Estado ecuatoguineano, Teodoro Obiang, que cumple hoy 78 años y gobierna el país con mano de hierro desde 1979, cuando derrocó a su tío Francisco Macías mediante un golpe de Estado, es el presidente que más tiempo lleva en el poder en el mundo.