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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Nuevo conflicto entre Israel y Palestina: antecedentes y claves para entenderlo

Desde el 2008 el Estado de los judíos intercambia bombardeos con Gaza, en unos encuentros bélicos que han dejado cuatro mil muertos, más de la mitad civiles. 
Nuevo conflicto entre Israel y Palestina: antecedentes y claves para entenderlo

La historia de los conflictos entre musulmanes y judíos parece no tener fin. Es tan antigua como la fundación del Estado de Israel en 1948, concediéndole un territorio las Naciones Unidas en un espacio rodeado de países árabes; o incluso antes, hace más de tres mil años, cuando Abraham, padre de Isaac (de quien los judíos son descendientes), echó de la casa a su otro hijo Ismael (de quien los árabes son descendientes) que lo había tenido con la sirvienta egipcia Agar. 

Las causas del inicio de desconfianza y rechazo entre la mayoría de estos dos grupos es motivo de debate, lo cierto es que desde el lunes pasado la Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y el partido-milicia Hamás de la Franja de Gaza, que pertenece a Palestina, han comenzado una escalada de violencia con un intenso intercambio de bombardeos que dejado (hasta el momento que se escribe esta nota) al menos 122 palestinos y ocho israelís muertos. 

Desde el lunes Gaza lanzó centenares de cohetes hacia Israel que fueron respondidos por la nación judía con ataques aéreos contundentes, destruyendo edificios y matando a varios altos comandantes militares de Hamás, pero también menores de edad y niños. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, indicó que la ofensiva en Gaza “no ha terminado todavía” y expertos coinciden en que el nivel de disuasión está buscando resultados “drásticos”. 

ORÍGENES

En la noche del 22 al 23 de abril, más de un centenar de palestinos resultaron heridos, de los que una veintena tuvieron que ser hospitalizados, tras un enfrentamiento con la Policía. Los manifestantes protestaban contra una marcha de cientos de ultraderechistas israelís que se dirigieron hacia la Ciudad Vieja de Jerusalén en plena festividad del Ramadán al grito de “¡muerte a los árabes!”.

Jerusalén Oriental, que acoge a Ciudad Vieja, es una zona sagrada de constante tensión donde confluyen diferentes templos y mezquitas del islam, judaísmo y cristianismo. El territorio pertenecía a la árabe Jordania hasta la Guerra de los Seis Días en 1967 donde fue ocupada por Israel. 

A este antecedente se le suma los planes para desalojar a familias palestinas de sus hogares para abrirles el paso a colonos judíos en el distrito de Sheij Yarrah (también en Ciudad Vieja), donde habitan hace siete décadas. Los feudales judíos esgrimen títulos de propiedad sobre las casas y territorios que aseguran haber adquirido a propietarios anteriores a la creación de Israel.  Este malestar de los habitantes musulmanes en tierras donde cohabitan con judíos provocó la furia de los extremistas Hamás que iniciaron el lanzamiento de cohetes desde Gaza.

HAMÁS

Su nombre del partido-milicia en árabe significa Movimiento de Resistencia Islámica y su origen se remonta a los primeros días de la Intifada (levantamiento palestino) de 1987 en contra de la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza. Hoy es el grupo islámico más numeroso dentro del pueblo palestino.

Para Israel, Estados Unidos, Canadá, Japón, la Unión Europea y otros países, el grupo islámico es una "organización terrorista", debido a su amplio historial de ataques contra objetivos israelíes y a su compromiso de destruir ese estado, algo que consta en su acta fundacional.

Hamás surgió como el principal opositor a los acuerdos de paz de Oslo entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que se dieron en la segunda mitad de la década del 90. A pesar de las numerosas operaciones israelíes y de las drásticas medidas tomadas por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en su contra, el grupo respondió a las negociaciones de paz con varios ataques suicidas.

Entre febrero y marzo de 1996, estos atentados les costaron la vida a casi 60 israelíes (los ataques fueron una respuesta de Hamás al asesinato en diciembre de 1995 de su hacedor de bombas, Yahya Ayyash). La ola de atentados fue considerada por muchos como la principal responsable del desencanto de los israelíes con el proceso de paz y de la llegada al poder de Netanyahu, un férreo opositor a los acuerdos de Oslo.

MILICIA Y POLÍTICA

Se comete un error al reducir a Hamás a una milicia o grupo guerrillero sin entender su influencia política que adquirió desde 2005, participando en el proceso político palestino. Actualmente ocupa 74 de los 132 escalones que conforman el Consejo Legislativo Palestino y gobierna Gaza a través de unas elecciones libres. 

Mantiene una tensión política con la otra facción palestina, Fatah, con quien su falta de conciliación y acuerdo llegaría a un efrentamiento militar que terminaría con Hamás a cargo de la Franja y su rival gobernado desde Cisjordania. El grupo tuvo un importante financiamiento por parte de Irán.

GUERRAS ANTERIORES

En tres ocasiones anteriores Israel ya ha llevado a cabo campañas militares en contra de los militantes de Hamás; en diciembre de 2008, noviembre de 2012 y julio de 2014, dejando un saldo de más de cuatro mil muertos, siendo al menos un 70% civiles, según datos de Amnistía Internacional. 

Los dos primeros conflictos bélicos, “Operación Plomo fundido” y “Pilar de defensa” dejaron limitada la capacidad de Hamás, que constata en su acta de fundación la destrucción de Israel y la recuperación de los territorios perdidos en la Guerra de los Seis Días, pero sobrevivió gracias al apoyo en Gaza y Cisjordania.

Fuentes palestinas indicaron que la facción islámica intentó mantener la calma tras la segunda operación militar -que dejó 170 palestinos, la mayoría de ellos civiles, y seis israelíes muertos en los ocho días de enfrentamientos- y que las Brigadas Qassam dejaron de lanzar cohetes hacia Israel. Dos años después, el secuestro y muerte de tres adolescentes israelíes en Cisjordania motivó el arresto de varios miembros del grupo islámico en ese territorio y los cohetes volvieron a lanzarse desde Gaza.

Tras 50 días de violencia, murieron al menos 2.189 palestinos, más de 1.500 civiles, según la ONU. Mientras que de parte de Israel fallecieron 67 soldados y seis civiles. En 2017, Hamás publicaba unas nuevas políticas que algunos vieron como un intento de “suavizar” sus acciones al no utilizar un lenguaje antijudío. Sin embargo, la intolerancia y el odio han vuelto a tocar las fronteras de los países limítrofes, mientras la comunidad internacional pide que las tropas israelís no entren en Gaza y así evitar el comienzo de una cuarta guerra. 

¿TREGUA?

Hamás ha vinculado cualquier cese de las hostilidades a la retirada de las fuerzas israelíes de la Explanada de las Mezquitas, mientras Israel condiciona la tregua a garantizar la seguridad para su población, lo que pasaría por finalizar con la Operación Guardián de los Muros. Ninguno de los intentos de mediación, ni de Egipto, Qatar o Naciones Unidas, ha prosperado por el momento

Bajo un delicado acuerdo de statu quo, una fundación islámica conocida como el Waqf, fundada y controlada por Jordania, sigue administrando la mezquita Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca, tal como lo había hecho durante décadas, una función especial que se reafirmó en el tratado de paz de 1994 entre Israel y Jordania.