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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 20:05

Moneda de Afganistán llega a su nivel más bajo de los últimos 20 años

El país está sumergido en una grave crisis económica y humanitaria que comenzó a escalar a niveles sin precedentes tras la llegada de los talibanes al poder el pasado 15 de agosto,
Una mujer afagana camina por una de las calles principales de Kabul. EFE
Una mujer afagana camina por una de las calles principales de Kabul. EFE
Moneda de Afganistán llega a su nivel más bajo de los últimos 20 años
El Gobierno interino de los talibanes y el Banco Central de Afganistán afirmaron este martes que están tomando medidas para tratar de paliar la fuerte caída de su moneda, en los niveles más bajos de los últimos 20  años, en un contexto de grave crisis financiera y humanitaria.

El viceprimer ministro del Gobierno interino talibán, Abdul Salam Hanafi, tachó, en una conferencia de prensa, de "traidores a la nación" a los contrabandistas que están sacando dólares del país y afirmó que serán "tratados como criminales".

Hanafi señaló que el Ministerio de Finanzas está elaborando un plan para incrementar el valor del afgani y "protegerlo contra el dólar estadounidense".

El Banco Central afgano "ha mantenido varios encuentros con cambiadores de dinero, representantes de bancos comerciales y comerciantes en los últimos días", señaló en un comunicado.

El cambio de un dólar a afganis cayó en picado en las últimas semanas, una depreciación que se aceleró el pasado lunes.

Si antes de la toma del poder de los islamistas el pasado agosto el cambio se encontraba en unos ochenta afganis, ayer se encontraba en unos 130.

Las entidades bancarias privadas afganas permiten solo las transacciones en afganis, una situación que ha provocado una subida en las tasas de cambio de divisas, y los talibanes prohibieron a principios de noviembre el uso de divisas extranjeras en las transacciones nacionales.

Afganistán está sumergido en una grave crisis económica y humanitaria que comenzó a escalar a niveles sin precedentes tras la llegada de los talibanes al poder el pasado 15 de agosto, producto de las sanciones económicas internacionales y de Estados Unidos para impedir el acceso de los líderes islamistas, varios de ellos considerados amenazas globales, al sistema financiero internacional.

Esto secó de inmediato las arcas del país y los fondos destinados a mantener funcionando el sistema sanitario y la distribución de ayuda humanitaria a este país devastado por décadas de conflicto.

En este contexto de crisis, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) calcula que el pasado mes de noviembre el 98% de la población sufrió de insuficiencia alimentaria y más de la mitad recurrió a medidas drásticas como limitar las porciones de comida o consumir productos de peor calidad para poder alimentarse.