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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Merkel, la dama de hierro, pone fin a 16 años de poder y aprobación

La alemana cierra este mes su trayectoria como Canciller. Fue la primera mujer que ocupó ese cargo en la historia de ese país. Construyó un legado a fuerza de liderazgo.
La canciller Angela Merkel, en un evento anterior. EL HERALDO
La canciller Angela Merkel, en un evento anterior. EL HERALDO
Merkel, la dama de hierro, pone fin a 16 años de poder y aprobación

La nostalgia ya se adueña de un gran porcentaje de los ciudadanos alemanes, que palpitan el fin de una era que les ha sabido a estabilidad y solidez, aun cuando los embates han sido duros y coronaron con el arribo del coronavirus. Este mes llega a su fin el ciclo sostenido de 16 años de Angela Merkel, la canciller alemana que trascendió las fronteras de su país y fue asumida como referente fuerte de Europa. Incluso, algunos consideran que Merkel ha incidido notoriamente en los rumbos de la Unión Europea (UE).

La germana, de 67 años, lleva adelante sus últimas tareas como Jefa de Gobierno, tras haber dejado un legado consistente que inició en 2005, año en que triunfó e hizo historia al frente de una alianza integrada por la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).

De raíces altamente conservadoras y cristianas, Merkel se aleja del poder con una popularidad de 70 puntos y que supo ser mucho mayor en tiempos en que la pandemia todavía no daba señales.

El domingo 26 de septiembre, cuando se celebren las elecciones en Alemania,  los ciudadanos teutones escogerán al sucesor de la “dama de hierro”. Según las proyecciones preliminares de medios europeos, todo indica que el favorito, de momento, no es Armin Laschet, el hombre que tiene la misión de dar continuidad a la línea de la aún Canciller. El que lleva mejores números es el socialdemócrata Olaf Scholz.

HISTÓRICO

El 22 de noviembre de 2005, Merkel se convirtió en la primera mujer en acceder a la Cancillería de Alemania. Entonces, la cristianodemócrata tenía 51 años y contó con la amplia mayoría, pues tuvo a su favor 397 votos de diputados de los 612 totales. “Juro dedicar mis esfuerzos al bien del pueblo alemán, trabajar en su provecho, apartar de él los percances, defender la Constitución y las leyes, cumplir mis obligaciones y ser justa con todos, con la ayuda de Dios”, expresó la Canciller, ante el Parlamento.

Luego, Merkel se dirigió a la sede presidencial para encontrarse con quien entonces era presidente, Horst Köhler, y ser reconocida de forma oficial en su cargo. Köhler, siguiendo el protocolo, la nombró como Canciller federal, en el Palacio de Charlottenburg, en Berlín.  

Su antecesor, Gerhard Schröder, había diezmado su poder, después de llevarlo durante siete años al frente del Partido Socialdemócrata, organización que finalmente se vio obligada a pactar con el partido en el que asomaba Merkel.

SOBRIEDAD Y PRAGMATISMO

Durante su mandato, la Canciller ha construido una imagen política ligada a la negociación, conservadurismo y pragmatismo. Sus formas la llevaron no solo a ser contemplada como una mujer de poder en Alemania, sino en la UE. De acuerdo con Iván Gonzalez Vega, Merkel cierra siendo la segunda persona con mayor tiempo de gobierno de la Alemania reunificada. Solo Helmut Kohl (1982-1998) le toma la delantera.

Cuatro gestiones seguidas encabezó Merkel, que además de ser política, también es física cuántica. En su última etapa avisó su intención de no querer ir en la búsqueda de otra etapa para, finalmente, jubilarse.

“Su adiós significa que el centro de Europa se desplaza también, en espera de un mínimo de continuidad, pero con la necesidad apremiante de transformarse tras las crisis políticas, económicas y sanitarias que la urgen a ello. El legado de Merkel podría ser uno de sus estándares”, analiza Gonzalez Vega.

VIDA MUY PRIVADA

Criada en la Alemania socialista e hija de un pastor y una maestra de inglés y latín, Angela se casó a los 23 años y se divorció a los 28. A los 32 se recibió, con un doctorado, en Física Cuántica. Solo en 1998, se casó nuevamente. Esta vez, con el químico Joachim Sauer, con quien vive en Berlín. Si bien la alemana cuida bien de su vida íntima, no es un secreto su fanatismo declarado por el Borussia Dortmund y que no tiene hijos. Se conoce que su primer partido fue el Despertar Democrático, en 1990.

Fueron muchas las adversidades a las que se enfrentó la Canciller en 16 años. Algunos de los golpes más duros fueron la crisis del sistema financiero mundial en 2008, las advertencias sobre el posible fin de la UE, la ola migratoria hacia Europa en 2015 y, por supuesto, la COVID-19, según recuerda la BBC.

Una de las claves de su continuidad ha sido su virtud de escuchar las demandas y no encasillarse en una ideología cerrada, según la perspectiva del investigador Paolo Chiocchetti. “Fue capaz de no permanecer anclada en la ideología y el programa tradicional de su partido, sino que aceptó el cambio cuando este era claramente demandado por la mayoría de la población. Desarrolló una habilidad para navegar entre los deseos de la opinión pública alemana”.

La pandemia fue el último embate duro para Merkel. La cuestionable gestión de la crisis sanitaria menguó, en parte, su imagen positiva. "Si su Gobierno federal no hubiera fallado tan estrepitosamente con la estrategia de adquisición y prueba de vacunas, entonces esta tercera ola podría haberse mitigado de manera decisiva, si no evitada", dijo la parlamentaria de izquierda Amira Mohamed Ali.