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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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España no renuncia al ocio nocturno a pesar del repunte de casos COVID-19

Unas 300 mil personas en todo el país viven de esta actividad, hecho que impide continuar con la cuarentena ya que están a punto de declararse en la ruina.
España no renuncia al ocio nocturno a pesar del repunte de casos COVID-19

En las últimas semanas el rebrote de casos COVID-19 en España se ha acelerado, tras la flexibilización de las medidas de confinamiento, en medio de la pandemia que no da tregua.

Especialmente en Cataluña, la última jornada se registró 1.493 casos de coronavirus, misma región en la que varias organizaciones empresariales anunciaron que llevarán a los tribunales el cierre de discotecas y bares porque consideran que la medida "no está justificada", a pesar de las cifras epidemiológicas que van en ascenso.

En un comunicado conjunto, estas entidades denunciaron que la medida "deja en la más absoluta indefensión y ruina" a las más de 35.000 empresas nocturnas en la región, ya que Cataluña ordenó ayer el cierre total de ciertos locales. Adelantó la hora de cierre de restaurantes y bares, para intentar contener el virus, poco después de que el primer ministro francés, Jean Castex, recomendara "vivamente" a sus ciudadanos no viajar a esta región española.

Ante el aumento de casos de las últimas semanas, el presidente de la región de Valencia (este), Ximo Puig, lamentó que "se ha perdido el respeto" al coronavirus y pidió "responsabilidad" a la población, a la que advirtió de que no le "temblará la mano al adoptar las medidas necesarias" para evitar los rebrotes.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, consideró que la decisión de cerrar el ocio nocturno "llega tarde, pero bienvenida sea".

Se tomaron medidas similares en otras zonas de España, como Murcia (sureste) o en Aragón (menos severas), e incluso a nivel local.

Además, las empresas de lugares de ocio argumentan que, con los locales cerrados, los jóvenes organizarán fiestas privadas en sus viviendas o se centrarán en el llamado "botellón", grupos de personas que se juntan en parques o calles para beber.