Un joven de 21 años confesó tras su arresto haber asesinado a tiros a dos hinchas del Santos durante una pelea con fanáticos del Palmeiras que tuvo lugar en la zona metropolitana de Sao Paulo, informaron este lunes las autoridades.

El suceso ocurrió el domingo en la localidad de Mauá, tras la disputa del clásico entre Palmeiras y Santos en el estadio Morumbí de Sao Paulo durante la quinta jornada del Campeonato Brasileño y que resultó en victoria para los primeros por 2-1.

El joven confesó ante la Policía haber sido el autor de los disparos que acabaron con la vida de los dos hinchas del Santos de 21 y 22 años de edad, según informó la Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo en un comunicado.

Un tercer aficionado fue herido de bala, aunque de forma leve y, tras recibir atención médica, fue dado de alta.

De acuerdo con la investigación preliminar, la pelea se desencadenó durante una fiesta donde se encontraban ultras tanto del Palmeiras, como del Santos, entre otros grupos de personas.

En un momento determinado, el autor confeso del crimen, aficionado del equipo verde de Sao Paulo, sacó un arma, disparó contra los hinchas santistas y huyó rápidamente en un vehículo con otros dos jóvenes.

Poco después, los agentes consiguieron encontrar a los sospechosos y los condujeron a comisaría.

Allí, los otros dos jóvenes que acompañaban al autor de los disparos fueron interrogados en calidad de testigos y puestos en libertad en seguida, según la nota de la secretaría regional.

Las autoridades brasileñas también han recogido otros testimonios para esclarecer los hechos y descubrir cuál fue el motivó del inicio de la pelea entre los dos grupos de aficionados.

El joven de 21 años fue trasladado a una cárcel pública de Sao Paulo, donde permanece a disposición de la Justicia.

Palmeiras y Santos se enfrentaron en la tarde del domingo en una nueva edición de uno de los clásicos paulistas que terminó con victoria para el cuadro dirigido por Vanderlei Luxemburgo, por 2-1, con goles de Luiz Adriano y Patrick de Paula.

El experimentado Ramires anotó en su propia portería el único gol del Santos, que además jugó con uno menos por la expulsión del volante Álison.