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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 18:15

China enfrenta una abrupta caída en la natalidad y ahora pone trabas para las vasectomías

El 2020 fue para China el año con menos cantidad de nacimientos de las últimas siete décadas, con 8.5 nacimientos cada 1000 personas, de acuerdo a información oficial publicada en noviembre.
 
Imagen referencial de un padre con su hijo en las calles de China. INFOBAE
Imagen referencial de un padre con su hijo en las calles de China. INFOBAE
China enfrenta una abrupta caída en la natalidad y ahora pone trabas para las vasectomías

Si bien no existe ninguna prohibición oficial que restrinja las vasectomías, las ligaduras de trompas o los abortos en China, estos tienen que ser aprobados por los departamentos de salud de las distintas provincias y ciudades, lo que suele poner trabas difíciles de superar para los pacientes.

El gobierno chino ahora busca revertir los efectos de su política "antinacimientos" alivianando los controles de natalidad y de planificación familiar y otorgando subsidios monetarios y licencias por maternidad y paternidad más largas para fomentar a las parejas a quedar embarazadas.

El 2020 fue para China el año con menos cantidad de nacimientos de las últimas siete décadas, con 8.5 nacimientos cada 1000 personas, de acuerdo a información oficial publicada en noviembre. Además, tiene una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo, siendo esta 1.3 hijos por mujer.

Por más de tres décadas el gobierno chino ha controlado rigurosamente el crecimiento demográfico ante el temor de una superpoblación que pusiera en aprietos la economía y la estabilidad social del país. En este sentido, hasta hace poco regía una ley que prohibía a las parejas tener más de un hijo, además de obligar a muchos hombres y mujeres a someterse a métodos de esterilización. Ahora, mientras el régimen conducido por Xi Jinping busca revertir la abrupta caída en la natalidad experimentada en los últimos años, los hospitales rechazan a los hombres que buscan realizarse una vasectomía.

El diario norteamericano The Washington Post estuvo en contacto con Zhao Zihuan, quien fue madre por primera vez el año pasado luego sufrir dos abortos involuntarios y de ser sometida a una cesárea en un procedimiento de emergencia tras permanecer en trabajo de parto durante siete horas. Luego de esta experiencia traumática y teniendo en cuenta el riesgo al que se exponían tanto ella como su pareja decidieron que no querían tener otro hijo y comenzaron a averiguar para una vasectomía. Sin embargo, al principio solo fueron rechazados por distintos hospitales y uno de los doctores hasta les llegó a decir que la cirugía ya no estaba autorizada bajo las nuevas reglas de planificación familiar del país.

Un director de un hospital en la ciudad de Jingzhou, que se identificó ante el periódico norteamericano como Yang para evitar represalias por hablar con un medio extranjero, aseguró que “es una cirugía bastante sencilla en teoría, pero los hospitales públicos casi siempre rechazan a los pacientes porque somos conscientes de los riesgos que conlleva hacer algo que no está explícitamente aprobado por el gobierno”. “La política fundamental es que China necesita más partos”, agregó.