Chile vive su tercer toque de queda, después de que el pasado lunes comenzaran las protestas por el alza del precio del pasaje en metro.

Los disturbios dejaron hasta ahora 12 muertos, de los cuáles cuatro cayeron entre el domingo y lunes.

La medida, que fue informada por el general de división del Ejército, Javier Iturriaga, y se aplica a 9 ciudades, estará vigente desde las 20:00 de ayer hasta las 06:00 de hoy. 

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, dijo que el país está librando “una guerra” contra los violentos y mantiene en estado de emergencia, totalmente o en algunas de sus comunas, en 11 de las 16 regiones de Chile.

“Ellos están en guerra contra todos los chilenos que quieren vivir en democracia. Son un enemigo poderoso e implacable que no respeta a nada ni a nadie”.

LA SITUACIÓN Nada cesa la violencia. El Senado aprobó ayer por unanimidad el proyecto de ley que anula la subida del precio del pasaje del Metro de Santiago, sin embargo no fue suficiente. La jornada comenzó con relativa calma en la capital chilena, aunque con el paso de las horas se incrementaron los episodios de violencia que dejaron 97 detenidos y sembraron terror en las calles por las barricadas, incendios y saqueos. Las fuerzas del orden hicieron uso de gases lacrimógenos y la única estación del metro habilitada fue cerrando algunas paradas. En otros puntos, cientos de personas se manifestaron con cacerolas, episodio que se repitió en Uruguay.

Entre tanto, la Cancillería de Ecuador, confirmó ayer que el joven ecuatoriano Romario Wladimir Veloz, de 26 años, que falleció en las protestas sociales, fue impactado por una bala y pidió que se realice las investigaciones. También murió un colombiano.