Brasil pretende redoblar los esfuerzos para diagnosticar con más rapidez los casos de COVID-19, que ya sobrepasan los 3.400 en el país, y amplió el funcionamiento de sus laboratorios para disminuir el tiempo de divulgación de los exámenes.

El Laboratorio Central de Salud Pública (Lacen) de Brasilia, el principal de la capital brasileña, comenzará a trabajar 24 horas a partir del lunes para obtener el resultado de las pruebas en tan solo un día.

La entidad, que forma parte de la red pública de salud y es referencia en análisis epidemiológicos en Brasil, mantiene un promedio de 1.500 pruebas de COVID-19 en congeladores a 73 grados bajo cero y analiza diariamente 300, un número que se puede triplicar con el avance de la pandemia en el país suramericano.

En principio, el horario de 24 horas de funcionamiento del laboratorio será implementado por tres meses y será exclusivo para el análisis de muestras de COVID-19, buscando reducir de los actuales entre tres y cinco días a uno -en los casos más graves- la divulgación de los resultados.

"Venimos trabajando fuerte en este asunto del COVID-19 y por eso estamos ampliando nuestra carga horaria a 24 horas para poder atender esta demanda de la sociedad", declaró a EFE el director del Lacen, Jorge Chamón.

La Secretaría de Salud del Distrito Federal de Brasilia, responsable por el Lacen, estableció un acuerdo con la estatal Universidad de Brasilia (UNB) para producir un mayor número de pruebas de diagnóstico para el COVID-19 y ampliar la cooperación.

Chamón detalló que la UNB cedió tres equipos para la comparación genética de las muestras con las bases de datos que se tienen del COVID-19 y poder así dar un diagnóstico de forma más "ágil".