El Gobierno argentino ofreció este miércoles a Perú la asistencia de los Cascos Blancos, el cuerpo de ayuda humanitaria del país, para mitigar los efectos del deslizamiento de tierra ocurrido en la provincia norteña de Pataz, que provocó la muerte de una persona y la desaparición de otras siete.

En un comunicado, la Cancillería argentina expresó su "solidaridad" con el país andino por este derrumbe, que provocó "lamentables pérdidas humanas e innumerables daños materiales".

"Al tiempo que envía sentidas condolencias a los familiares de las víctimas, el Gobierno argentino manifiesta a las autoridades peruanas su plena disposición a colaborar a través de la Comisión Cascos Blancos para ayudar a mitigar los efectos de la tragedia", señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores argentino.

Este martes se produjo el derrumbe de un cerro en Retamas, una localidad minera situada en la provincia de Pataz, región de La Libertad, al norte de Perú, que causó el sepultamiento de decenas de viviendas.

El ministro de defensa peruano, José Gavidia, confirmó este miércoles desde Retamas que, tras las labores de rescate realizadas desde ayer, el número total de desaparecidos son siete: dos mujeres, dos hombres y tres niños, uno recién nacido, otro de 3 años y el tercero de 14 años.

Gavidia también corrigió el número de viviendas afectadas por el deslizamiento, después de los informes iniciales que reportaban entre 60 y 80, pero que finalmente ha sido siete casas sepultadas por lodo y tierra.

Unas 70 personas siguen evacuadas de sus hogares debido al riesgo de que el deslizamiento continúe, según el Ministerio de defensa, que confirmó que las labores de rescate seguirán por parte de un equipo de bomberos, la policía y trabajadores de la mina de la zona.

Desde el lugar del derrumbe, el presidente peruano, Pedro Castillo, también confirmó la identidad del primer fallecido por este derrumbe, un hombre de 68 años.