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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Abuso sexual y castración química: se enciende la polémica tras violación a niña en Perú

Aunque médicos urólogos explican que el procedimiento no implica muchas complicaciones, advierten que el problema de los agresores "no está en sus genitales, sino en sus cabezas".
 
Imagen referencial a la castración química. MISIONES ONLINE
Imagen referencial a la castración química. MISIONES ONLINE
Abuso sexual y castración química: se enciende la polémica tras violación a niña en Perú

La polémica sobre la aplicación del proceso de castración química a agresores sexuales volvió a avivarse, tanto en el Perú tras la polémica por la violación de una niña de tres años, así como en América Latina y en varios países del mundo, en medio de la búsqueda de una solución que frene el crecimiento en la cifra de casos de violación y abuso sexual contra niños, niñas, adolescentes y personas de todas las edades.

En el caso de Perú, el miércoles 20 de abril se debatirá en el Consejo de Ministros la propuesta sobre castración química obligatoria para hombres acusados de atentar contra la libertad sexual de niñas, niños, adolescentes y mujeres. Esto fue anunciado por el presidente de la República, Pedro Castillo, luego del caso del ‘Monstruo de Chiclayo’ y su atroz crimen contra una niña de tres años.

Sobre este tema, el especialista en urología y andrología, Alberto Tejada, conversó con Infobae y explicó el proceso de la aplicación de este tratamiento, cuánto le costaría al Gobierno aplicarla y si el Perú está preparado para tener esta medida como opción ante el alto índice de violencia sexual infantil.

“Lo que pretende la castración química es inhibir la producción de los efectos de la testosterona que produce el testículo para que de esa manera esta hormona, que tiene que ver con el impulso, la fuerza muscular y la energía, quede inhibida en su totalidad”, señaló

ALGUNOS CAMBIOS EN EL ORGANISMO
La castración química, explicó Tejada, tiene diferentes consecuencias en el hombre como el cambio del estado de ánimo, mayor tendencia a la depresión, al aumento de peso, a la retención de líquidos, pérdida de masa muscular y aumento de grasa corporal.

“Este tema se está tomando con mucha ligereza, ya que todos creen que la castración se hace con la aplicación de una inyección y ya queda castrado para siempre, pero no es así. Estas (dosis) tienen que ser de manera regular: diaria en el caso de la pastilla (estrógenos) y bimensual en el caso de las inyecciones (medroxiprogesterona). (...) El tratamiento tiene un efecto después de 10 - 15 días, ahí es cuando van a ser más notorios y es reversible si se deja de aplicar el medicamento, otra vez las funciones de la hormona vuelven a aparecer”, sostuvo.

50 DÓLARES MENSUALES POR AGRESOR
Sobre el gasto que implementaría el Gobierno para realizar este tratamiento, el doctor Tejada aseguró que aproximadamente son 50 dólares mensuales por persona a la que se le aplique, ya sea la inyección o las pastillas. Esto representaría un aproximado de US$800 mil mensuales por los 16 mil presos sentenciados por violación sexual y otro tipo de ataques.

SOLUCIÓN REAL
Tejada indica que la castración química amo constituye una solución real al problema de fondo, ya que solo se concentra en castigar el hecho y no en solucionar el problema de raíz par evitar más violaciones.

“Lo veo muy poco práctico en un sistema penitenciario, una práctica difícil. Aparte que todos nos estamos concentrando en el castigo, pero todos se están olvidando la causa, por qué esa gente es pedófila o por qué tiene un estigma de versión sexual, el problema no lo tiene su genital, lo tiene en su cabeza, entonces el tema de la salud mental y prevención es lo que debería estar en la agenda”, añadió.

Por último, manifestó que esta práctica no se puede llevar a cabo sin la autorización del hombre, y no frenará la agresividad que vive el sujeto.