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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Policías croatas denuncian presiones para devolver migrantes "en caliente"

Policías croatas denuncian presiones para devolver migrantes "en caliente"

La Defensora del Pueblo de Croacia, Lora Vidovic, denuncia en su último informe que agentes de la policía de fronteras son presionados para "devolver en caliente" a migrantes que intentan entrar desde la vecina Bosnia-Herzegovina.


Vidovic asegura haber recibido -en marzo pasado- una queja anónima, escrita en nombre de varios policías, en la que se afirma que están obligados a llevar a cabo esas devoluciones -ilegales según el derecho internacional- bajo amenaza de ser despedidos.


En un comunicado colgado en su página web agrega que tras recibir esta denuncia pidió a la policía que investigue pero que hasta el momento no ha recibido ninguna respuesta, como tampoco por parte de otros órganos estatales, incluida la fiscalía.


ONG locales e internacionales vienen denunciando estas prácticas de la policía de fronteras croata desde hace varias semanas.


"Lo que es peor todavía, la Defensora del Pueblo desde hace meses advierte que le niegan acceso a los datos sobre procedimientos hacia los inmigrantes, que según la ley deben estar a su disposición", dijo hoy a Efe Lovorka Sosic, de la ONG croata "Centro de Estudios por la Paz" (CMS).


Añadió que no solo se violan los derechos humanos de los propios migrantes -en su mayoría procedentes de Oriente Medio y Afganistán- sino también de los agentes de fronteras, que están obligados a proceder de forma ilegal.


Según la carta anónima de los policías, los agentes deben "devolver a todos los refugiados e inmigrantes a Bosnia-Herzegovina, sin papeles y procedimientos", para así "evitar rastros", además de "quitarles dinero y destruir sus teléfonos móviles".


De esta forma, según la carta, los guardias de la frontera croata rechazan a diario entre 20 y 50 personas, mientras algunos agentes "pegan y roban sin control" incluso a mujeres y niños.


La organización internacional Human Rights Watch (HRW) pidió este lunes en una carta abierta a la presidenta croata, la conservadora Kolinda Grabar-Kitarovic, el cese de estas devoluciones ilegales.


Anoche la presidenta insistió en unas declaraciones a la televisión pública HTV que el empleo de la fuerza es "a veces imprescindible".


"Cuando unas 50 personas embisten contra los policías, éstos tienen que defenderse", afirmó Grabar-Kitarovic.


"La policía guarda la frontera (croata-bosnia) de forma mesurada, profesional, conforme a las reglas de (el espacio) Schengen y conforme a la legislación croata", insistió la presidenta.


Croacia, que no pertenece aún al espacio Schengen, de libre circulación comunitaria, espera acceder en un futuro próximo.


Al mismo tiempo, la presidenta criticó a los medios de comunicación y pidió a los periodistas croatas "que no se dejen influir" por las informaciones de sus colegas extranjeros, "que trabajan por quién sabe qué intereses".


En 2015 y 2016 pasaron por la llamada "ruta balcánica" cientos de miles de refugiados y migrantes de Oriente Medio en su camino hacia Alemania y otros países del centro y norte de Europa.


Desde el cierre de esa ruta, mediante férreos controles fronterizos entre los diferentes países de la zona, el número de migrantes se ha reducido mucho.


Más de 18.500 migrantes y refugiados fueron registrados en Bosnia-Herzegovina en 2018, mientras que la mayoría se concentran en el oeste del país, hacia la frontera con Croacia, donde se considera que unos 6.000 esperan para tratar de cruzarla.


La Cruz Roja y otras ONG vienen advirtiendo de que están alojados en instalaciones inadecuadas, incluso sin las necesarias condiciones higiénicas, y que muchos duermen al aire libre.


La policía croata registró en 2018 más de 8.200 intentos de entrada ilegal de migrantes, y este año la presión ha aumentado. EFE