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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Beltrán, la karateca y médico qhochala ayuda a luchar contra la COVID-19 en Buenos Aires

La múltiple campeona de karate kiokushin y médico internista explica cómo es el trabajo que realiza en Argentina, pese al crecimiento de la pandemia. Hace las diferencias de la atención de los pacientes en ese país con Bolivia, luego de que su familia contrajo la enfermedad.    

 

Beltrán, la karateca y médico qhochala ayuda a luchar contra la COVID-19 en Buenos Aires

La médica y cinta negra de karate kiokushin Helen Beltrán Echeverría es una cochabambina que trabaja en el hospital Nacional Alejandro Posadas de cuarto nivel desde hace cuatro años y tiene la misión de “luchar” contra el coronavirus brindando la atención permanente a los pacientes infectados, en la zona oeste de Buenos Aires.

La valluna llegó a esa ciudad con el propósito hacer su especialidad como médico internista, pero en la última epata de su carrera, llegó la pandemia y paralizó ese objetivo, sin embrago, cumple con el juramento de salvar vidas.

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La valluna junto a sus colegas en del Hospital Nacional Alejandro Posadas.

“Trabajo como médico cuatro años haciendo una especialización y de manera externa como guardia de emergencias. Realizo la labor en medicina interna y me falta un año para culminar la especialidad como médico internista”, dijo la valluna.

El centro médico se caracteriza por ofrecer “todas las especialidades, subespecialidades y equipamiento que necesitan los pacientes para cualquier enfermedad. Asimismo, el nosocomio no es la excepción y atiente diariamente a personas con COVID-19.

“De los siete pisos que tiene el hospital, tres están destinados a los pacientes con coronavirus. Hace un año atrás, nunca nos imaginamos que esto podía suceder y ahora estamos viviendo una realidad a la cual nos hemos adaptado entre las personas”, explicó Beltrán.

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 La karateca recibe la cinta negra primer dan.

La especialista aseguró que “es una situación muy delicada” y cada día incrementan a el número de casos, sino el número de personas intubadas y de fallecidos.

“En Bolivia el colapso de hospitales fue casi al iniciar la pandemia por falta de una organización adecuada en el sistema de salud. Aquí (Buenos Aires), durante el tiempo de cuarentena (tres meses) nos ha servido para organizarnos y para restablecer nuevos lugares de atención y ampliar ambientes”, explicó la valluna.

Explicó que en Argentina está comenzando el colapso sanitario porque hay pacientes que requieren de terapia intensiva. “Hay una gran diferencia con relación a Bolivia, aquí no hay gente que muere en sus casas, eso es inaudito acá”.

Helen explicó que su familia (padres y hermanos) en Cochabamba se enfermaron con coronavirus y en su propósito de buscar atención médica no lograron su objetivo y ella las tuvo que medicar y orientar a distancia para seguir el tratamiento.

“Mi familia no podía encontrar un espacio en un hospital ni público ni privado para internarse. Considero que hace 20 años en Argentina alguien pensó en la salud y crearon miles de hospitales y el sistema es bastante importante, lo que no ha sucedido en Bolivia, es una lástima”, manifestó la especialista.

Explicó que cuando identifican a una persona con COVID-19 se realiza un “estricto seguimiento” vía telefónica. Cuando la persona tiene fiebre por más de tres días debe acudir al hospital para realizar un control de radiografía y, si es necesario, es internada para evitar la evolución de la enfermedad.

“Prevenimos con tratamiento con coagulación y corticoide se puede evitar la mortalidad de los pacientes. En el hospital donde trabajo hay miles de médicos, en el servicio donde estoy somos 120, de los cuales el 20% estaba infectado, pero ninguno a requerido ni intubación ni tampoco llegó a fallecer”, explicó.

La campeona de karate kiokushin no contrajo la enfermedad pese a atender cotidianamente a los pacientes con coronavirus, expresó que tiene el equipamiento necesario para realizar su trabajo.

“Es imposible que yo me acerque a un paciente con COVID-19 solo con barbijo y guantes. Yo llevo el barbijo N95, el barbijo común encima, tengo la gorra, el protector facial, los lentes de protección, el camisolín, las botas, doble guante y recién puedo asistir a un paciente con COVID. Cuando mi mamá se enfermó, el médico que la atendió tenía solo un barbijo simple y guantes y nada más”, explico.

Beltrán asegura que “ahí esta la diferencia” para tener un número mayor de infectados y fallecimientos de los médicos en Bolivia “están expuestos todos los días” porque no cuentan con “el equipo de protección adecuado”.

Considera que la única luz que deja esperanza es la vacuna. “Todos los tratamientos que se hacen son solo de sostén y ninguno con una base científica y la única es el uso del corticoide.

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En el podio tras conquistar la medalla en el Sudamericano de Brasil, en 2013.

Helen Beltrán antes de irse a la Argentina fue una destacada deportista en la especialidad del karate kiokushin al igual que sus hermanos. Ella representó a Cochabamba y al país en diferentes torneos con varias preseas doradas y plateadas.

“Entrené toda mi vida y antes de venir a Argentina logré dar el examen de cinturón negro primer dan internacional. Participe en muchos torneos locales, nacionales e internacionales, logrando muchas satisfacciones para Bolivia y personales”, declaró la múltiple campeona.

Entre todos sus logros, el que resalta es la medalla de bronce en el Campeonato Sudamericano de Brasil en 2013 y en 2016 fue campeona de la Copa Bolivia, torneo calificado como un certamen grande del país.

No tuvo la posibilidad participar en un Mundial debido a la especialización que debía realizar en Argentina.  “En Buenos Aires traté de entrenar el karate kiokushin, pero el gimnasio está a dos horas de donde vivo y es imposible continuar”, dijo.

Cuando tiene tiempo libre aprovecha para hablar con su familia en Cochabamba, realizar algunas rutinas de entrenamiento para el mantenimiento físico y trotar cerca de su casa.

Helen vive sola en Buenos Aires y aprendió a cocinar, entre los platillos que realiza está el pique macho y el chicharrón. Sin embargo, “extraña mucho” el toque que le da su mamá Zulema a los diferentes platillos que hace en la Llajta.

RECOMENDACIÓN

“Por las redes sociales me doy cuenta que en Bolivia mucha gente no toma en cuenta la gravedad del coronavirus porque no lo ha vivido o palpado con algún familiar. Es así que crece este virus porque es invisible. Es mejor que se queden en casa y cumplan con las recomendaciones de salubridad”, recomendó Helen.