En medio de esta delicada crisis sanitaria y compleja situación sobre la definición de lo que se debía hacer en el Mercado Central, en octubre de 1921 , el munícipe, señor Jesús Aguayo, presenta ante el H Concejo , la propuesta que por una anterior instrucción de su autoridad, había elaborado la Comisión de Mercados y Hacienda , consistente en un plan maestro urbano de la manzana Nº4 , el cual serviría de referencia técnica, como condición previa para adoptar cualquier posterior determinación . Esta novedosa propuesta, presentaba las siguientes características:

Primero.– La manzana Nº 4 ocupada por el Mercado actual debe dividirse por mitad , abriéndose dos anchos pasajes de Norte a Sud y de Este a Oeste exclusivamente dedicados al tránsito de la gente y el tráfico comercial a cuyo fin deben rodearse los cuatro nuevos frentes de los pasajes, de grandes almacenes y edificios de tres o cuatro pisos al estilo de los que existen en muchas ciudades del extranjero.

Segundo.– Debe expropiarse necesariamente alguna fracción de terrenos o casas que se encuentran impidiendo la apertura del pasaje.

Tercero.– Debe rodearse igualmente toda la manzana (prescindiendo de las pocas casas particulares ) de importante edificios , de varios pisos , cuyas construcciones adaptadas al comercio en su planta baja , concentrarán un gran movimiento comercial en esta manzana dando lugar a un enorme rendimiento de alquileres

Cuarto.– Debe propenderse, obedeciendo a las leyes naturales del progreso al engrandecimiento y suntuosidad de la ciudad, y ninguna obra transformará y embellecerá tanto como las que se insinúa en el proyecto , cuya realización esta en vuestra voluntad.

Quinto.– debe formarse los contratos en el año 1921 y debe quedar puesta la piedra fundamental del progreso por el munícipe que rige este año .–

La formulación de este plan elaborado a iniciativa del munícipe, señor Jesús Aguayo, estaba secundada por un conjunto de empresarios que por intermedio del señor Domingo Ferrufino, representante del grupo empresarial “Sindicato Nacional”, exponen en noviembre de 1921, una propuesta para “construir un matadero modelo , el Mercado Central Modelo en el sitio de la Carbonería en dos pisos, el inferior con reparticiones de venta ,edificado con fierro galvanizado, con una sección de carnicería con más de cien puestos con mesas de mármol y una segunda planta ocupado por la administración, estadística, veterinaria y otros conforme a la vida moderna.” , reservando el espacio del antiguo mercado central para edificar “ grandes edificios o casas de alquiler , clubs , hoteles y un teatro todo allí con un mínimum de tres pisos debiendo cruzar el manzano dos callejones , uno de norte a Sud y otro de Este a Oeste, como el pasaje “ Güemes” de Buenos Aires que facilite el tráfico y movimiento comercial.. ” .

El informe oficial de la comisión municipal encargada de estudiar y pronunciarse sobre esta propuesta, lacónicamente expresa, ese mismo mes de noviembre de 1921 : “ En referencia a la propuesta del señor Ferrufino se opina que previamente se cumpla con el requisito de llamamiento a propuestas bajo condiciones del caso .. ”, sentencia, más bien de orden partidario y de grupo político opositor , que posterga por muchos años esta aspiración de modernización fomentada por un sector de munícipes con respaldo de empresarios privados.

Sin duda esta propuesta se trataba de una visión de renovación urbana del sector central de la ciudad, a partir de la problemática del Mercado Central, que si bien no tuvo un efecto inmediato, este novedoso emprendimiento edilicio se constituyó en la base conceptual para que años más tarde , desde la década de los años de 1940, se proceda a la transformación paulatina de la manzana Nº4 , que en fases sucesivas se consolidaría con la apertura de los actuales cuatro pasajes a media manzana y la construcción de los primeros bloques de corte moderno, como son los edificios de Teléfonos Automáticos, el edificio Municipal y la Cámara de Comercio , conjunto que posteriormente se consolidará con la aplicación de la normativa del Plan Regulador de la ciudad de Cochabamba , sancionado en mayo de 1961 que determinaba por extensión y visión de modernización urbana aplicar el mismo criterio de los pasajes intermedios en todas las manzanas periféricas a la Plaza principal, que como conocemos, aunque sólo han sido aplicados de forma parcial, han producido ,sin embargo, la ruptura del tejido urbano tradicional colonial republicano del Centro Histórico.

Retornando al tema específico del Mercado Central, en octubre de de 1923 , El Presidente del Concejo Municipal, en la intención de resolver la temática de descentralización de los mercados y programar obras para la conmemoración del Centenario de la República, convoca a una sesión extraordinaria e invita a ciudadanos notables, entre ellos Ismael Vásquez, Wilge Rodríguez y otros para conocer la opinión de éstos sobre la clase, capacidad y ubicación de los mercados seccionales , bajo cuya definición se llamaría a propuestas a las empresas o constructores para hacerse cargo de la obras. Establecidos los antecedentes y consideradas las condiciones sobre la ubicación, se resolvió con esta consulta ratificar la Ordenanza de 21 Junio de 1912 que determinaba la construcción de los cuatro mercados seccionales en la Carbonería , en la Plaza Barba de Padilla , en la Plaza Guzmán Quitón y Avenida Aroma , por las “condiciones de facilidad para los respectivos vecindarios, proximidad a las estaciones y líneas ferroviarias , alejamiento de hospitales, lazaretos, cenizales y otros lugares infecciosos”.

Según algunos concejales el plan propuesto era excesivo, afirmaban que bastaba uno solo para una ciudad pequeña como Cochabamba, además de la dificultad que implicaba encontrar casa bancaria para obtener semejante préstamo , “ a no ser que se pensara en la venta de las fincas municipales ”.

Para la iniciación de obras de estos mercados seccionales, tan largamente discutidos, el H. Concejo aprueba el 9 de noviembre de 1923, la asignación de fondos de la gestión de 1924 para este fin, además convoca a profesionales para la presentación de proyectos, aunque el diseño del Mercado de la Carbonería fue realizado en la Oficina de Ingeniería de la Municipalidad.

Superadas las consabidas dificultades administrativas , tres años más tarde, una vez realizada la convocatoria y , adjudicada la obra de construcción a la firma Hinke y Compañía , se concluyó el edificio del nuevo mercado ,inaugurándose el 25 de mayo de 1926,el primer mercado seccional en el antiguo local de la Carbonería, con el nombre de " Mercado 25 de Mayo " en homenaje a la revolución libertaria de Chuquisaca de 1809. Sobre este tema se exponen mayores consideraciones en un acápite siguiente.

En 1925 y 1926 el interés municipal estuvo centrado en las contingencias que sucedían en la construcción del mercado seccional de la Carbonería ; En 1927 , en el antiguo mercado central , las condiciones de deterioro continuaban en aumento, los corredores y techos se encontraban en tan malas condiciones que fue necesario disponer eventualmente la traslación de las "chifleras "al nuevo mercado 25 de Mayo , mientras duren las reparaciones , Así mismo se determinó refaccionar el local del antiguo Templo de La Merced, en cuyo atrio, patio y pasillos donde antes se ubicaban varias mercaderías y chiflerías, sería destinado a la Biblioteca Pública Municipal, modificando la tradicional función fundamental de abastecimiento que había sido asignado a todo el conjunto conventual mercedario.