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Dilema urbanístico: mercado nuevo o mercados seccionales

Dilema urbanístico: mercado nuevo o mercados seccionales



Estas condiciones adversas y difíciles de ser prontamente superadas por los escasos recurso con que contaba el municipio , influyeron en el ánimo de las autoridades comunales quienes en octubre de 1899 , declaran la firme intención de vender la casa de abasto a fin de adquirir con su producto otros locales de situación más conveniente Este proyecto que parece entusiasmó a los miembros del Concejo, constituyó junto con la aspiración de contar con el ferrocarril a Oruro, una de las principales reivindicaciones regionales que debían ser propuestas ante la Convención Nacional de 1899 , para obtener, en el caso del mercado, la autorización legislativa para la venta de este local .

Ensayado sin éxito este intento de venta, dos años después, en 1901, las autoridades del Concejo reflexionaron sobre la realidad de sus posibilidades y optaron por otra estrategia que consistió en aprobar la propuesta de construir uno nuevo, en el mismo lugar que ocupaba el antiguo mercado, con todas las condiciones higiénicas y capacidad para el expendio de todos los artículos de consumo en general. Se argumentaba como ventajosa y viable esta posibilidad porque se contaba con el terreno ,considerado en este lugar central como de alto costo , existía el proyecto y el respectivo presupuesto que había sido elaborado por el ingeniero civil León Mousnier ( constructor francés , que unos años más tarde, en 1904, fue contratado por el obispo de Santa Cruz, monseñor José Belisario Santiestevan, para ampliar el sector del presbiterio y elevar los muros exteriores del templo de la Catedral cruceña ) cuyo proyecto era comentado en el diario “El Comercio ” de 17 de mayo de 1901, en los siguientes términos :

“ Hemos visto hoy el plano del nuevo mercado hecho por el ingeniero Mr. León Mousnier, a quien encomendó ese trabajo el Concejo Municipal. La fachada esta tan espléndida que cambiaría completamente el aspecto de las calles Sucre y El Prado ( hoy calle 25 de mayo ).Presentándoles el que hacen en las ciudades modernas.

En el interior caben 600 puestos, sin contar las tiendas y depósitos, entre estos últimos los hay para la carne, huevos y otros artículos susceptibles de corrupción que son medios sótanos con las corrientes de aire necesario. En el interior, que está protegido por una cúpula de cristal, entre puestos que hemos hablado hay 12 fuentes. El costo del edificio es de Bs 250.000 que pueden dar una renta de Bs 50.000. Muy bien dejaría su nombre el Concejo Municipal si pusiera mano en la obra en la forma que se propone. ”

Este proyecto proponía además un plan de financiamiento, bajo la garantía de la hipoteca del mismo bien raíz y varios bienes municipales, que permitiría encarar la obra mediante la construcción paulatina de sectores .

Tan firme fue la decisión para ejecutar este proyecto que, por fuera de lo originalmente previsto, el Concejo Municipal consideró y aprobó la expropiación de una casa situada entre las calles Sucre y Prado ( hoy 25 de Mayo ), además de otras tres casas del costado Sudoeste de la manzana Nº4, colindantes con el mercado afectando significativamente los patios posteriores de las mismas, con el objeto de configurar un lote rectangular perfecto , como un terreno adecuado donde debía elevarse con mayor regularidad las edificaciones futuras.

La escasa capacidad económica del municipio impidió nuevamente la pretensión de iniciar esta obra de gran alcance ; la documentación consultada de la siguiente gestión de Concejo de 1902 , no la vuelve a mencionar y recién en los primeros meses de 1903, reconociendo como “remoto el tiempo en que se pueda realizar la construcción del nuevo mercado”, se recurre otra vez a la rutina de intervenir mediante trabajos parciales, esta vez , sustituyendo “ los viejos y asquerosos cobertizos y sombrillas con que las regatonas se guarecían de la intemperie” con la construcción en el primer cuerpo del mercado de dos corredores volantes con cubierta de calamina , los cuales fueron difícilmente concluidos recién en 1904 , constituyéndose estos dos galpones , una de las primeras transformaciones del viejo mercado , probablemente en el sitio del patio del claustro que daba a la calle Sucre.

En los siguientes años , en 1906 , los miembros del Concejo Municipal convencidos que la magnitud de una obra nueva requería de un capital superior al poder económico del Tesoro Municipal , modificaron el rumbo de su gestión , las consideraciones y debates no giraban momentáneamente más en torno a la construcción del nuevo mercado sino que todos coincidían en la necesidad de establecer mercados seccionales, ubicados en las diferentes zonas de la ciudad , para permitir una mejor accesibilidad a los locales de abasto desde los distintos barrios de la ciudad , experiencia que ya había sido ensayada en 1902, año en que el H. Concejo ante la insuficiencia de espacios de venta en el Mercado de la Carbonería, autorizó el funcionamiento precario de mercados “sucursales” en el antiguo Camal de la plaza Guzmán Quitón y también en la Plaza Osorio, Plaza San Antonio y Caracota.

Sin embargo, para efectivizar este enfoque de descentralización del mercado de abasto a otros sectores periféricos, obviamente debía transcurrir un período de tiempo para la instalación de la infraestructura y la propia edificación de nuevos mercados, quedando entretanto pendiente la decisión sobre qué hacer con el Mercado Central , sitio ubicado en pleno centro de la ciudad .

A fines de 1907 no se había resuelto de manera definitiva la ubicación y clase de trabajo que se debía hacer , y para quienes aún mantenían la idea de edificar allí el Mercado Central opinaban que “trabajos de esa naturaleza debían ser estudiados por arquitecto de profesión y arte de la construcción y no apoyarse en el empirismo ” ; en medio de esta incertidumbre, y pese a algunas propuestas de empresas particulares para la construcción del Mercado Central como la que fue presentada ante el H. Concejo en febrero de 1908 ,por la Casa Grace y Cª, no progresó ninguna acción y en estos años sólo se destinaron para el Mercado Central partidas de poca monta para reparaciones urgentes de las cubiertas y empedrados para mitigar las formación de charcos de agua retenida en los pisos , especialmente en la época de lluvias.

Para reconsiderar nuevamente el tema del Mercado Central tuvieron que transcurrir algunos años , en 1911, por decisión y gestión enérgica del Concejo Municipal, se concreta el ansiado proyecto de apertura de la calle 16 de Julio ( ahora 25 de Mayo ,entre Heroínas y Colombia ) a través del Convento de Santa Clara , argumentando la necesidad urbanística de dar “acceso y facilitar el tránsito directo de los centros principales de la ciudad con los barrios del Norte y sitios de recreo como la Plaza Colón y El Prado y campiñas de Cala Cala y Queru Queru ” y para la edificación del Mercado Central Modelo en la fracción oriental de lote restante que quedaría de la expropiación a de dicho monasterio .

Así fue, efectivamente, en 1911 se procedió a la apertura de la nueva calle con el efecto deseado de comunicar directamente ambos sectores de la ciudad , quedando dos grandes lotes de terreno , uno de los cuales, al Este, quedó en propiedad del monasterio para la implantación del nuevo templo y monasterio de las religiosas clarisas y el otro , hacia el Oeste, fue expropiado en beneficio de la Municipalidad , con restos de edificaciones del templo , convento antiguo y huerto , donde eventualmente se instalaron dependencias municipales como la biblioteca pública, mercado de flores y aprovechamiento de un conjunto de edificaciones de renta municipal , en la denominada “ Villa Santa Clara” .

La reiterada aspiración de contar con el Mercado Central Modelo , en esta nueva ubicación ,frente a la Iglesia y Convento de Santa Clara , no tuvo el resultado esperado, las obligaciones contraídas por el municipio tanto para el pago de la expropiación de terrenos como la obra misma de apertura de esta vía , impidieron , en los años sucesivos, la proyectada intención de adquirir el sitio de la Villa Santa Clara donde podría haberse hecho realidad el citado mercado, quedando sólo en su propiedad municipal el local de la esquina Perú (hoy avenida Heroínas ) y 25 de Mayo donde se edificó ,muchos años más tarde, el actual Palacio de la Cultura.

Al año siguiente de la apertura de la calle 25 de mayo , en 1912, se reactualiza nuevamente la política de descentralización del abastecimiento mediante la instalación de mercados seccionales, En la sesión del Concejo municipal de 21 de Junio de 1912 se presenta un proyecto de ordenanza que sustentaba las siguientes consideraciones :

“.. El actual mercado además de ser completamente desaseado, ruinoso, sin higiene no corresponde al estado moderno, tiene el inconveniente de estar muy apartado de otros centros poblados como la Curtiduría, Caracota, Prado, Muyurina & .La observación y la experiencia han demostrado que es más conveniente establecer mercados seccionales que preocuparse de uno central….. .los mercados indicados se los puede hacer a medida que el Concejo cuente con fondos sucesivamente”

Con este razonamiento y aprobada la política municipal de descentralización del abastecimiento , se propone la implementación progresiva de los referidos mercados seccionales a ubicarse en el local de la Carbonería ( hoy Mercado 25 de Mayo ), en el antiguo camal ( plaza Guzmán Quitón ) , en los sitios a expropiar al señor César Anze en la Plaza Barba de Padilla y en la plaza San Antonio o la Avenida Aroma, para cuyo efecto se encargó la elaboración de los planos respectivos al arquitecto José de La Zerda, realizados los cuales, por iniciativa del munícipe Carlos Salamanca, en sesión de 6 marzo de 1913, se resolvió ejecutar uno de éstos con materiales locales a cargo del proponente señor Martín Hirschmann y con esta experiencia “solicitar a las casas del extranjero los planos e indicaciones de todas las demás llamando a propuestas en su caso”. Aunque no se efectivizó esta resolución, ésta parece ser otra de las experiencias, que nos advierte sobre la idea que tenían las autoridades municipales de validar la propuesta local del arquitecto de La Zerda y comparar con otras del extranjero, quizás con la posibilidad de utilizar otros materiales , como efectivamente sucederá con la estructura metálica con la que posteriormente se edificó el Mercado de La Carbonería que se denominó Mercado 25 de Mayo.

Esta propuesta que oficializa la nueva política con respecto a la ubicación de centros de abasto, si bien no tuvo efecto inmediato ni se aplicó de manera sistemática en los lugares programados, sirvió sin embargo , muchos años después, para la sustentación administrativa y financiera de la construcción del primer mercado seccional, en el local de La Carbonería , sobre el cual nos referiremos en otro acápite.

EL mercado central , sigue olvidado durante varios años, transcurre su funcionamiento en medio de la rutina hasta que a fines de 1918 , el Presidente del Concejo señor Ramón Rivero, que años antes había impulsado y ejecutado la apertura de la calle 25 de Mayo a través del monasterio de Santa Clara y propuesto la edificación de un Mercado Modelo en el conjunto de lotes remanentes de la denominada Villa Santa Clara, ante la imposibilidad de su ejecución, propone esta vez la idea de la edificación del mercado central en su antiguo local del convento de La Merced y argumenta esta posibilidad expresando este parecer en el Informe de la Memoria Anual del H. Concejo de dicho año de 1918 :

“ Hay fuerte corriente en sentido de suprimir el mercado central y establecer en su lugar mercados de barrio; creemos que unos y otros son necesarios y nos es grato decir que existe entre los archivos municipales un buen proyecto de reconstrucción de la casa de abasto , con plano y presupuestos formulado por el ingeniero León Mousnier . A su oportunidad podría ser consultado... "

Pese a esta iniciativa conciliatoria para edificar tanto el mercado central como los mercados seccionales , no se produce durante varias gestiones municipales ninguna intervención significativa, persiste , como hemos dicho, hasta hoy, la condición de precariedad , sin embargo unos años después , en 1921 va a acontecer una serie de sucesivas transformaciones en la antigua estructura del espacio conventual de La Merced y el contexto de la manzana Nº4, situación que puede señalarse que se origina en la propuesta del Presidente del Concejo Municipal , que en la sesión del 20 de mayo de 1921 solicita a la Comisión de Mercados y Hacienda un plan de trabajos con la consiguiente presentación de proyectos sobre la subdivisión de la manzana Nº 4 y traslación del mercado central, junto a otros cambios en la manzana Nº15 , donde funcionaba el mercado de la Carbonería.