Dilma Rousseff, Michel Temer y Rodrigo Maia se sucedieron este miércoles en la Presidencia de Brasil, en el día en el que aparentemente llegó a su fin la mayor crisis política en dos décadas en el gigante sudamericano. La jornada comenzó con Rousseff como presidenta suspendida y Temer como mandatario interino, y terminó con Temer como jefe de Estado en pleno derecho y Maia, el presidente de la Cámara de Diputados, como el interino ante el viaje del nuevo titular al exterior. Temer prestó juramento como jefe de Estado tres horas y diez minutos después de que el Senado destituyera definitivamente a Rousseff.

Un par de horas después de asumir y tras encabezar la primera reunión formal de su Gabinete, embarcó rumbo a China para participar en la Cumbre del G 20. Según la Presidencia, antes de partir, en una ceremonia rápida, dejó como interino a Maia, elegido presidente de la Cámara de Diputados hace pocas semanas y ahora el primero en la línea de sucesión en un país que ya no tiene vicepresidente.

Temer decidió viajar a China para "revelar a los ojos del mundo que tenemos estabilidad política y seguridad jurídica".

Además de la reunión del G20 el 4 y 5 de septiembre, se entrevistará con mandatarios de China, España, Italia y el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed Bin Nayef.

Apuntes

Petrobras

Las acciones de la estatal Petrobras cayeron un 2.9 por ciento y arrastraron al índice líder Merval de la Bolsa de Buenos Aires que perdió un 1.4 por ciento .

Recesión

El presidente de Brasil, Michel Temer, hereda un país dividido políticamente, con la mayor recesión de las últimas décadas y con una sociedad que desconfía de sus dirigentes, hastiada de una sucesión de escándalos de corrupción.

Hasta enero de 2019

La gestión presidencial de Michel Temer se extenderá hasta enero de 2019.