Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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EN LA FRONTERA, EL COMERCIO SE HA DESVIRTUADO AFECTANDO A LA PRODUCCIÓN NACIONAL, AFIRMA EL IBCE.

Cae Rousseff y se teme que productos bolivianos pierdan competitividad

Cae Rousseff y se teme que productos bolivianos pierdan competitividad



La destitución de la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, generó diversas reacciones, en lo político y económico en América Latina y, particularmente, en Bolivia. Entidades económicas se pusieron en alerta ante la crisis desatada en el vecino país.

Empresarios y economistas expresaron su temor de que la crisis repercuta en un retraso en el comercio existente entre Bolivia y el vecino país, a través de la pérdida de competitividad de los productos nacionales respecto a los importados.

El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, dijo que “más allá de la crisis política desatada en Brasil por motivos de corrupción que derivaron en la destitución de Rousseff, preocupa la competitividad de los productos bolivianos”.

La crisis económica que ya se sentía en Brasil ha tenido que ver con la depreciación de su moneda, y otras medidas de frontera han ocasionado que las exportaciones de los productos bolivianos no tradicionales caigan de una forma muy importante, pero al mismo tiempo las importaciones del Brasil, a precios bajos, se incrementaron significativamente.

Esto, a criterio de Rodríguez, es muy dañino para la producción nacional, pues varios productos en el país están siendo desplazados por mercadería brasileña como es el caso de los muebles, tableros aglomerados y otros. Por la situación que está viviendo Brasil el comercio fronterizo se distorsionó, provocando un impacto negativo en la economía boliviana.

Esta situación ha derivado en el cierre de empresas y despido de trabajadores, aseguró el gerente de IBCE, sin precisar la cantidad de retiros en el país por este motivo.

La balanza comercial entre ambos países, hasta febrero de 2016, señalaban lo siguiente: Exportaciones ($us 274 millones), importaciones ($us 213 millones) y un saldo comercial a favor de Bolivia de $us 61 millones, según datos del IBCE.

Para que la economía boliviana no se recienta con la destitución de Rousseff, el Gobierno debe tomar algunas medidas inmediatas, asegura Rodríguez.

El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, dijo que “es indiscutible que una crisis política afecte al normal desenvolvimiento de una economía. Ya Brasil está pasando por una crisis económica, que por su efecto en la devaluación de su moneda, entre otros, nos está afectando directamente. Nuestros productos han perdido competitividad. Eso está teniendo efectos en varios sectores productivos nacionales. Esperemos que esto no se agrave”.

El presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEEPC), Federico Diez de Medina, señaló que todavía no se ha cuantificado el daño que puede ocasionar la crisis económica y política que está viviendo Brasil. “La difícil situación política y económica de Brasil sin duda ha tenido efectos sobre nuestra economía nacional. El más directo, en lo económico, la depreciación de su moneda durante la pasada gestión que generó el ingreso masivo de productos manufacturados, afectando lamentablemente a nuestra producción”.

La Cámara Nacional de Comercio (CNC) se pronunció señalando que la inestabilidad política en Brasil puede dañar aún más su economía, lo que repercutirá en Bolivia. La depreciación de su moneda ha hecho que los bienes producidos en ese país se vuelvan más baratos. “Por ello, las poblaciones fronterizas, que antes atraían a los brasileños, quienes preferían realizar sus compras en nuestro país, ahora las realizan en Brasil”.

El presidente a.i. de la Cámara de Exportadores de Cochabamba (Cadexco), Gonzalo Molina, aseguró que el tema es estructural. “Todavía no tenemos reporte oficial de despidos en empresas bolivianas por la crisis en Brasil, pero definitivamente todo lo que representa perder mercados eso repercute en la pérdida de empleo”.

Evo critica y llama a embajador 

El presidente Evo Morales criticó la destitución de Dilma Rousseff de la Presidencia y convocó al embajador boliviano en Brasil, José Kinn Franco, en rechazo a la decisión legislativa, que fue calificada de "golpe".

La reacción del Mandatario se dio a través de su cuenta Twitter y a dos horas de la decisión del Senado brasileño. "Condenamos el golpe parlamentario contra la democracia brasileña. Acompañamos a Dilma, Lula y su pueblo en esta hora difícil. #FuerzaDilma” (sic), escribió. "Estamos convocando a nuestro embajador en Brasil para asumir las medidas que en este momento se aconsejan", escribió el Jefe de Estado en un segundo tuit.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia condenó también, en un comunicado oficial, la destitución de la presidenta brasileña.

"El Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, expresa su profundo rechazo y su condena a ese atentado contra los procesos democráticos de nuestra América", remarcó la Cancillería.

La recesión previa en Brasil afecta a la economía actual

Jorge Miguel Veizaga

Colegio de Economistas

Lo que ocurre en Brasil es que se mezclan siempre la economía y la política.

Las implicaciones de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff va a depender de lo que haga el nuevo Gobierno.

Las relaciones comerciales entre ambos países se ven afectadas por una recesión previa en Brasil. Eso tienen que manejarlo las autoridades brasileñas, sin embargo considero que con Bolivia no habrán muchos cambios a nivel macroeconómico. Por ejemplo, los contratos por el gas, que es lo más fuerte que se tiene, se mantendrán.

Cuando hubo cambio de Gobierno en Argentina, se pusieron más quisquillosos en cobrar las multas. Es muy probable que suceda algo parecido con Brasil, tomando en cuenta que el nuevo gobierno no está alineado a la izquierda.

Lo peor que puede pasar es, en un corto plazo, que se pida la revisión de los contratos, se pida una rebaja, pero de buenas a primeras no creo que haya un gran efecto.

Habría que ver cosas muy puntuales, como el comercio de Cochabamba con Brasil. Yo hablaría por ejemplo de Cobija, donde hay muchas iniciativas y hay una relación bastante dinámica con Brasil, así como inmediatamente pudieran cambiar ciertas condiciones para el comercio terminan siendo más severos con los controles sobre productos bolivianos. A nivel macro no creo que tengamos problemas.

A nivel de relación de Brasil con el resto de los países, como ocurrió en Argentina, no creo que sea muy drástico.

Antes, las instituciones eran más débiles, pero ahora las entidades se han ido consolidando y eso nos ayuda a que no se hagan muchos cambios. A corto plazo no creo que haya cambios significativos, porque se avanzó a nivel institucional ampliamente.