Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 18:41

LAS MUJERES DEBEN LIDIAR CON LOS CONDUCTORES QUE ESTÁN A SU CARGO. LA MAYOR DIFICULTAD OCURRE CUANDO NO SE PRESENTAN EN EL TRABAJO Y TIENEN PROGRAMADOS VIAJES IMPOSTERGABLES.

Empresarias de la carga internacional

Empresarias de la carga internacional



Lizeth Claros Ramírez y Lolis Maldonado son dos de las pocas empresarias que tienen a su cargo compañias especializadas en transporte de carga internacional.

Lizeth Claros Ramírez es propietaria de la empresa de Transportes Nene y asumió el control del negocio tras la muerte de su esposo. Tiene seis cisternas que transportan principalmente aceite de las empresas cruceñas hasta Perú y Chile.

No conduce ninguno de sus vehículos, pero tiene a su cargo a seis choferes a quienes debe controlar constantemente. “Desde el momento en que parten, comienza la preocupación hasta que llegan a su destino”.

El fin de semana fue el último incidente que superó. Uno de sus tráilers sufrió una falla mecánica en la zona de Chiñata (Sacaba). Tuvo que conseguir mecánico y llegar al lugar para auxiliarlo.

La madre de tres adolescentes dice que no tuvo dificultad para asumir la responsabilidad porque siempre estuvo involucrada en el manejo de la empresa y el transporte.

Sus jornadas empiezan de madrugada, su primera tarea es llevar a sus hijos menores al colegio y luego comienza el trabajo. Ambas tareas son de “nunca terminar” pues el envío de la carga no tiene horario, tampoco los impasses.

Lolis Maldonado es la única mujer integrante del Directorio de la Cámara del Transporte, es la Secretaria de Hacienda. Es dueña de la empresa Transportadora Brialva SRL que tiene sus oficinas en Quillacollo.

Administra, junto a su esposo, cuatro carros de alto tonelaje (Volvo FH). Llevan carga seca a los puertos vecinos. Uno de los vehículos está a cargo de su esposo, quien usualmente está de viaje.

Debe sacarle tiempo al tiempo entre las reuniones de la Cámara, el control de los conductores, la administración de la empresa y el cuidado de su familia. Tiene tres hijas de 20, 10 y 5 años y se hace cargo de su “abuelita” de 98, que vive con ella.

La empresaria admite que no es fácil, pero asegura que deben encararse desafíos para salir adelante. “Haciendo todo con responsabilidad”.