El expresidente considera que es necesario que la Constitución Política del Estado sea aplicada en su totalidad. Una tarea pendiente es lo relacionado a la administración de justicia. Las autonomías son un tema que debe ser consolidado

El expresidente Carlos Diego Mesa Gisbert, un vicepresidente que alcanzó la presidencia de Bolivia producto de la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre de 2003 hasta junio de 2005, considera a Bolivia como un Estado Republicano Plurinacional, basado en la Constitución Política del Estado aprobada en 2009 y en la división de poderes.

Según Mesa, el gobierno de Evo Morales prefirió denominar al país como Estado Plurinacional por un sentido “netamente” político, la idea de un cambio total y una ruptura con el pasado.

El exmandatario explicó que la Constitución de 2009 es heredera del sistema constitucional boliviano de 1826 y que tuvo varias modificaciones hasta la última en su gestión en 2004 a través del Congreso Nacional, que ahora tiene la gran diferencia del reconocimiento del brazo histórico indígena en la nueva Carta Magna.

En su estilo, fiel a los fundamentos históricos, académicos y políticos, Mesa respondió a una serie de interrogantes sobre el inicio del cuarto año del Estado Plurinacional a la cabeza del izquierdista Evo Morales, en una entrevista concedida al periódico Opinión en el centro de sus operaciones, su Fundación ubicada en la zona sur de la ciudad de La Paz, sede del Gobierno boliviano.

Muy sobrio en sus respuestas reconoció las luces de estos tres años con la nueva Carta Magna al destacar la inclusión y equidad de género en espacios de poder, el aprovechamiento de la bonanza económica para traducirlo en positivos indicadores macroeconómicos, la reducción de la pobreza, los bonos solidarios y fundamentalmente la estabilidad democrática.

Pero, también criticó las sombras de la gestión como el desaprovechar el buen momento de la economía boliviana para encarar “seriamente” la productividad, el atraso de la industrialización, los actos bochornosos de corrupción, entre otros.

Si bien reconoce el liderazgo de Morales y su legitimidad histórica que le da varias elecciones victoriosas con votaciones por encima del 50 por ciento, observa el afán equívoco del ‘prorroguismo’.

En consecuencia, considera que uno de los desafíos del Gobierno para consolidar el Estado Republicano Plurinacional, es consolidar la implementación de leyes de la Constitución.

Pregunta (P).- ¿Bolivia es un Estado Plurinacional o Republicano?

Respuesta (R).- No hay ninguna duda que Bolivia no ha dejado de ser una República, lo demás es una visión subjetiva, porque la nueva Constitución Política del Estado en sus artículos 11 y 12 es explícito. El artículo 11 específicamente comienza diciendo; la República de Bolivia adopta para su gobierno la forma democrática participativa, representativa y comunitaria con equivalencia entre hombres y mujeres.

P.- ¿Es una interpretación o en qué se basa esta afirmación?

R.- No es que alguien interprete la Constitución, sino que es la nueva Carta Magna que comienza con la República. Además el artículo 12 establece claramente el sistema republicano cuando señala que el Estado boliviano se gobernará a través de órganos de poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral, que serán independientes y coordinados. En consecuencia la base de un sistema republicano es la división de poderes, en este caso son órganos, sólo que ahora se incrementa el Órgano Electoral. Estas dos razones demuestran que Bolivia es una República.

P.- ¿Dónde queda lo Plurinacional?

R.- Con la nueva Constitución ha cambiado o más bien se ha incluido el concepto de Plurinacional. Por eso el nombre correcto del país debe ser ‘Estado Republicano Plurinacional de Bolivia’, porque es muy importante la permanencia de los valores republicanos que son histórico y tradicionales en el constitucionalismo liberal que nace de las revoluciones estadounidense, francesa y la Constitución de Cádiz de 1802.

P.- ¿Tiene su importancia la denominación del Estado?

R.- Este tema tiene un objetivo político, porque está claro que el presidente Evo Morales y su Constitución tratan de generar la idea de un cambio total, una ruptura con el pasado.

La Carta Magna de 2009 es heredera del sistema constitucional boliviano de 1826 y que tuvo varias modificaciones hasta la última en mi gestión en 2004, a través del Congreso. En ese contexto, hay una herencia conceptual republicana que se inició en 1826 y hay un aporte novedoso del reconocimiento de nuestro brazo histórico indígena que la Constitución de 2009 incorpora.

En consecuencia, la Constitución de 2009 fusiona la tradición constitucional y los aportes novedosos, que hay que reconocerlos, vinculados a la plurinacionalidad y al reconocimiento de las naciones indígenas con un capítulo dedicado al tema indígena.

P.- ¿Cómo evalúa el gobierno plurinacional de Morales?

R.- Hay una combinación de dos factores que hacen difícil la evaluación equilibrada. La bonanza económica es fundamental, porque el gobierno de Morales se beneficia de una extraordinaria bonanza económica que no tiene precedente en la historia de Bolivia ni en Sudamérica. Éste es un factor de ventaja comparativa con todos los gobiernos que lo antecedieron que la gente muchas veces no comprende.

P.- ¿La bonanza económica en Bolivia es manejada adecuadamente?

R.- Esa bonanza económica es manejada de manera responsable en el ámbito de la macroeconomía, desde el Ministerio de Economía con buen criterio y ha llevado adelante una política inteligente.

Lo que no puede decirse lo mismo en el tema productivo, pues ahí Bolivia no está aprovechando esta coyuntura porque tenemos fracasos. Es el caso del cerro del Mutún, el litio está extremadamente retrasado, además del tema YPFB que ha tenido baches graves que recién se está corrigiendo lo que ha limitado nuestra capacidad productiva, por ejemplo, de líquidos.

P.- ¿Cómo consolidar el Estado Plurinacional?

R.- Sin duda debe consolidarse con la implementación total de la Constitución. Aunque hay complejidades difíciles de resolver en la Carta Magna, que creo, el oficialismo prefirió no tocar porque se va a encontrar con temas muy serios.

No se ha resuelto el tema de la aplicación de la justicia comunitaria sobre su ámbito de jurisdicción. Otro dilema es el de límites indígenas, regionales, municipales, departamentales que es un gran tema pendiente.

Corregir la administración de recursos naturales, como las prerrogativas a las naciones indígenas que me parecen incorrectas vinculadas a la administración y beneficio exclusivo de los recursos naturales. Arreglar la consulta previa para evitar problemas como del TIPNIS.

En este 2013 se debe aclarar las reglas electorales y definir si el mandatario Evo Morales tiene la posibilidad de ir a una nueva reelección el 2014, habiendo un artículo transitorio inequívoco.

Las autonomías también son un tema pendiente para darle un verdadero rol a los departamentos y así lograr legislar objetivamente.