En 1970, Brasil, de la mano de Mario Zagallo, formó una selección que anudaba excelencia técnica y perfección de funcionamiento. Así ganó el primer Mundial con sede en México y entró en la élite de equipos grandes.

Tuvo una congestión de números diez, en torno a Pelé orbitaban Tostao, Gerson, Jairzinho y Rivelino, elenco demoledor por toque y definición que hizo de la competencia casi un paseo. En la final, Brasil barrió de la cancha a Italia con un 4-1.

Un diario mexicano de la época resaltaba. Todo campeón debe superarse en humildad, bravura, técnica y determinación de victoria. Eso sucedió ayer con Brasil, que venció a Italia por 4-1 y conquistó -con total justicia- el título de campeón de la IX Copa del Mundo y obtuvo -con la misma justicia- la posesión definitiva de la Copa Jules Rimet. Y así fue el primer tricampeón en la historia de los mundiales.

Con un Pelé en su plenitud y la afición a su favor, se dice que unas 140.000 personas asistieron al estadio Azteca para observar una final a la que los italianos llegaron confiados en batir fácilmente la defensa brasileña. Sin embargo pudo más el buen fútbol.

Italia llegó después de vencer, en un encuentro inolvidable denominado como “partido del siglo”, a la poderosa Alemania Federal por 4-3 en la fase semifinal y en tiempo suplementario.

A los 42 minutos de la final, Carlos Alberto recibió un pase de Pelé tras una gran jugada entre Tostao, Clodoaldo, Rivelino. Y Jairzinho y convirtió un verdadero golazo, el cuarto de Brasil. Los torcedores lloraban porque el campeón de la Copa del Mundo ya estaba confirmado.

EL REY PELÉ, EL HURACÁN JAIR y UN EQUIPO DE ENSUEÑO

El diario A Folha de Sao Paulo dio cuenta del tricampeonato así: Carlos Alberto levantó el trofeo Jules Rimet y todo Brasil comenzó el festejo. Los jugadores se abrazaron en el Azteca.

Pero ¿qué jugadores? Felix, Carlos Alberto, Brito, Piazza, Everaldo, Clodoaldo, Gerson, Jairzinho, Pelé, Tostao y Rivelino.

Jairzinho, que anotó un gol en la final y siete en total, llegó a Bolivia en 1980. Ese año hizo historia con Wilstermann.