La selección española tendrá un exigente inicio en el Mundial de Brasil y va por la defensa del título conquistado en Sudáfrica 2010, en un duelo ante la subcampeona del mundo Holanda, la potente Chile y Australia como “cenicienta” del grupo B.

Nunca España tuvo un grupo tan complicado en un Mundial en la historia reciente. Su camino al éxito en Sudáfrica lo inició con sufrimiento frente a Suiza, Paraguay y Chile. La Roja aprendió que nunca se debe perder en el estreno y lo tendrán presente en el peor debut posible en Brasil, ante Holanda, en la reedición de la última final que pasó a ser el capítulo más brillante de su historia.

Chile es el único rival que no quería en el grupo el técnico Vicente del Bosque. Representa un fútbol incómodo para el rival, de presión asfixiante, orden táctico y la calidad técnica de sus referentes: Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Será la vuelta a Maracaná, el escenario donde perdió la última edición de la Copa Confederaciones, superado con claridad por Brasil.

España cerrará su participación en el grupo B protagonizando el primer enfrentamiento de su historia ante Australia, una selección que accedió al Mundial por medio del grupo asiático, con un bloque de jugadores veteranos que sigue liderando el delantero Tim Cahill y con Ange Postecoglou como seleccionador. Será su tercera presencia consecutiva en la gran cita, con una misión imposible: superar los octavos de final que alcanzó en el 2006.