Italia, Uruguay e Inglaterra, tres campeones del mundo, conforman un poderoso grupo D que tiene a la selección costarricense como juez.

El D cuenta con suficientes argumentos como para atribuirse el clásico apellido “de la muerte”, tanto por pasado como por presente. No es solo que entre los tres primeros sumen 7 entorchados mundiales (Italia 1934, 38, 82 y 2006; Uruguay 1930 y 50 e Inglaterra 1966) sino que el presente de estas selecciones tampoco les resta esperanzas.

Italia, de la mano de Cesare Prandelli ha recuperado juego e ilusiones. Subcampeona europea en 2012, los azzurri completaron una buena fase de clasificación, invictos con seis victorias y cuatro empates, por delante de equipos como Dinamarca y la República Checa.

Es un buen equipo que, no obstante, también deja espacio a la duda. Por un lado la veteranía de Gianluigi Buffon y de Andreas Pirlo. Por el otro, la inestabilidad mental de Mario Balotelli, capaz de lo mejor y de lo peor en el mismo encuentro. Son los tres pilares del conjunto.

Italia debuta el 14 de junio, en Manaos, ante Inglaterra, un gigante necesitado de éxitos. El equipo de los Tres Leones acumula demasiados años de sinsabores para exponerse a un nuevo fracaso. Dirigidos por Roy Hodgson, apuraron hasta la última jornada de la clasificación para evitar la repesca y, en sus últimas presentaciones, no ha aportado motivos para la esperanza, derrotados en sendos amistosos en Wembley por Chile (0-2) y Alemania (0-1).