La justicia chilena resolvió ayer sin necesidad de un juicio el caso de los tres soldados bolivianos detenidos, por más de un mes, por pasar ilegalmente la frontera con un arma de guerra. Ayer en la mañana los tres conscriptos fueron liberados sin ningún cargo en su contra y horas después retornaron al país.

Álex Choque Quispe (20), Augusto Cárdenas García (19) y José Luis Fernández (18), detenidos el pasado 25 de enero en territorio chileno y con un fusil, respondieron afirmativamente al juez Rodrigo Hernández, del Juzgado de Garantía de Pozo Almonte, cuando se les preguntó si aceptaban la suspensión condicional del procedimiento.

Los tres reclutas, a su turno, se declararon inocentes, a lo que el juez respondió que eso no estaba en cuestión, pues están protegidos por "el principio de la presunción" de inocencia, ya que no hubo juicio y no se demostró lo contrario.

En alusión al revuelo político y diplomático alcanzado por el caso, el juez dijo en la audiencia que "no vive en una burbuja, vive en la sociedad, como todos los ciudadanos, lee la prensa, se informa" y aseguró que nunca recibió presión alguna.

"Debo destacar que en todas las actuaciones seguidas ante este tribunal, en todas, tanto en ésta como en cualquier otra causa, jamás se ha recibido presión, opinión o influencia alguna de otro poder del Estado, sea la autoridad política administrativa, legislativa o de los superiores jerárquicos", precisó.

La suspensión condicional implica que después de un año, si no hay hechos nuevos y los soldados cumplen con el requisito de no volver a Chile en ese plazo, la causa será sobreseída, explicaron fuentes del caso.

SIN EXPULSIÓN El abogado defensor, de los tres soldados, Roberto Celedón valoró la decisión del fiscal regional de ofrecer la salida. Durante la audiencia recalcó que “salen de Chile por resolución judicial y no por expulsión y eso es destacable”, dijo.

El pasado 25 de febrero a los soldados Choque y Cárdenas se les ofreció la misma solución que ayer aceptaron, pero entonces la rechazaron y optaron por afrontar un juicio oral.

Fernández, que cuando fue detenido portaba un fusil, rechazó también la oferta inicial de un juicio abreviado que se resolvería con una pena suspendida.

Según la agencia de noticias EFE, fuentes de la Fiscalía comentaron que en este caso sí hubo un delito, pero valoraron positivamente el acuerdo alcanzado con la defensa, que está contemplado en la normativa procesal penal y permite una solución expedita y rápida de determinados casos.

DETALLES La audiencia comenzó a las 10:20 (hora en Chile) y tuvo una duración de 30 minutos, según el relato “minuto a minuto” que realizó el diario chileno El Mercurio (emol.com).

A las 10:22 ingresaron los tres soldados bolivianos a la sala vistiendo su uniforme de conscriptos. Lo hacen junto a su abogado defensor Roberto Celedón. A la sala, como público, lo hace el cónsul de Bolivia Raúl Ruiz junto a representantes de la Cancillería de Bolivia.

10:23.- El magistrado Rodrigo Hernández hace ingreso a la sala y se da inicio a la audiencia solicitada por ambas partes.

A las 10:26, el fiscal Manuel Guerra dice que la audiencia es para resolver la salida alternativa de suspensión condicional del procedimiento para los tres y explica que la condición es la salida inmediata de los soldados de territorio chileno y la prohibición de ingresar a ese país por el periodo de un año.

El magistrado Hernández recalca que no pierden su calidad de personas inocentes. Si los soldados aceptan, la causa queda terminada en el momento.

10:34.- El magistrado comienza a preguntar a los soldados y todos aceptan las condiciones que ofreció el Ministerio Público.

10:35.- El tribunal aprueba la suspensión condicional del proceso y se ordena el abandono inmediato de los mismos del territorio chileno. El plazo máximo para concretar la salida de los soldados es de 24 horas, señala el juez.

Justicia chilena se felicita por salida

En Pozo Almonte (Iquique, Chile), tanto el juez del caso, Rodrigo Hernández, como el fiscal jefe de la región de Tarapacá, Manuel Guerra, se felicitaron por la solución hallada y destacaron la independencia con que actuó la justicia chilena en este sonado caso.

Con la solución, dictada ayer, el caso de los soldados, que hizo elevar la tensión entre Chile y Bolivia desde su detención el 25 de enero, puede quedar zanjado, aunque todavía hoy siguió el cruce de palabras entre ambos gobiernos.

“Debo destacar que en todas las actuaciones seguidas ante este tribunal, en todas, tanto en ésta como en cualquier otra causa, jamás se ha recibido presión, opinión o influencia alguna de otro poder del Estado, sea la autoridad política administrativa, legislativa o de los superiores jerárquicos”, dijo el juez.

En el caso “no intervino ningún otro poder del Estado”, ni siquiera la Fiscalía Nacional, “que carece de facultades para dar instrucciones particulares a los fiscales regionales”, afirmó por su parte el fiscal Guerra a los periodistas.

El fiscal jefe de Tarapacá subrayó que la salida acordada “no significa que los hechos investigados no sean constitutivos de delito”, pero las posibles penas “tenían un efecto similar al de la suspensión, que es la salida de ellos del territorio chileno”, según

EFE.

En ningún caso “se exponía alguno de ellos a una pena con privación de libertad", aseguró Guerra.

"Para no extender este proceso por al menos 60 días, nos pareció que tomar esta decisión, que se ajusta a la legalidad, era lo más conveniente", concluyó el fiscal Guerra que se encargó de la investigación del caso.