Venció al coronavirus, pero se quedó sin trabajo: boliviano empeña sus cosas para vivir en España
En el país europeo, unos 200 compatriotas bolivianos se infectaron con COVID-19. Se estima que murió una veintena. Otros continúan internados en hospitales.
Mariscal Estrada, residente boliviano en Madrid, España, vive con su familia en un departamento de donde no quieren salir desde que él y su esposa se contagiaron, aunque ya están recuperados; sus hijos tienen miedo. A la situación de la pandemia por el coronavirus, COVID-19, se suma que no tiene trabajo. En esta familia empeñan sus cosas para poder vivir.
La enfermedad, el desempleo y la incertidumbre descomponen a los compatriotas bolivianos en países europeos como España.
En Madrid, la desescalada de la cuarentena recién ingresará a fase 1 este lunes 25. Mientras dura la fase 0, la gente puede salir por horas a caminar o hacer deporte durante el día. En fase 1, ya se les permite más actividades.
Sala de internación para personas con coronavirus en IFEMA, Madrid en España. MARISCAL ESTRADA
NO ERA RESFRÍO
El 18 de abril, Estrada, quien está en Madrid hace 15 años, publicó un video en su confinamiento en la Institución Ferial de Madrid (IFEMA), un campo ferial que se convirtió primero en zona de aislamiento y, luego, en hospital para las personas contagiadas.
Estrada estaba con coronavirus.
Una semana antes de saberlo, sintió dolor de cabeza. Pensó que era un resfrío. Tenía tos. Su esposa también empezó a sentirse mal. Entonces acudieron a un centro médico, les hicieron la prueba, y dieron positivo. Él fue internado en IFEMA. Mientras, su esposa y sus suegros, en una clínica.
En la inmensa sala de internación, Estrada caminaba con un barbijo puesto y tosiendo a cada rato, explicaba que "se recuperaba "favorablemente".
Describió que tuvo síntomas de tos seca, dolor en la garganta, falta de aire, fiebre, dolor de cabeza, dolor de espalda a la altura de los pulmones y los riñones. "Gracias Dios, con los tratamientos aquí, un poco lentos, pero uno llega a recuperarse".
Lamentó que hayan muerto varias personas. Pero enfatizó que muchas otras se recuperaron. "Diariamente dan de alta a 20 a 25 personas. A cada persona que le dan de alta, los demás aplauden, porque es una victoria más en la lucha contra este virus", decía.
Aquel día describió el lugar donde él estaba internado, "grande, inmenso, con por lo menos más de 2 mil pacientes, muchos que estaban peor: entubados". Entonces, en el mismo lugar, había una veintena de connacionales infectados que estaban internados con él.
Se mostró optimista. "De esta salgo, este virus conmigo no va", aseguró en el video.
Se recuperó. Ya pasaron los 15 días de aislamiento adicional que debía cumplir en su casa.
En ese tiempo de vigilancia, la angustia no fue solo por él; su esposa, embarazada de seis meses, también se contagió, además de sus suegros y una tía que está internada hace más de un mes.
SIN ABRAZAR A SUS HIJOS
No saben dónde se contagiaron. El migrante aseguró que en el tiempo de cuarentena solo salieron en cuatro ocasiones, al supermercado y al banco. Tienen la impresión de que pudo ocurrir entre sus vecinos en el edificio en el que vive.
Durante el tiempo de recuperación en su departamento, él y su pareja casi no veían a sus hijos, por el temor de contagio. "No podíamos ni abrazarles. A veces nos encontrábamos en la sala de lejitos".
Pasó el tiempo de vigilancia. Ahora espera que pasen los 45 días para la próxima prueba.
Uno de los representantes de la comunidad boliviana en el país español, Félix Quintanilla, dijo que unos 200 ciudadanos bolivianos fueron infectados por el virus, de acuerdo con los registros obtenidos de las asociaciones culturales, deportivas y de activismo con los que tiene él tiene contacto. "Y habría unos 20 fallecidos dentro la comunidad boliviana en toda España".
Acotó que, aunque la mayoría ya dejó los hospitales, todavía hay gente que está internada, e incluso un par de bolivianos entubados, desde hace más o menos un mes. "Los médicos ya los habían desahuciado, llamaron a sus familias diciéndoles que no hay vuelta atrás y que podrían fallecer, pero aún están ahí".
SIN TRABAJO
Estrada trabaja en albañilería. En el empleo más reciente que tuvo fue despedido. Su jefe, al conocer que España entraría en cuarentena, lo retiró dos días antes.
En ese país europeo, se entregan subsidios a las personas que se quedan sin empleo. Pero, para acceder a la ayuda deben pasar 15 días. Como la cuarentena ya regía en España, las oficinas cerraron, y Mariscal no tuvo dónde ir para solicitar el beneficio.
Su esposa tampoco tiene trabajo ni subsidio.
El sistema de salud fue una ventaja para ellos, porque allá es gratuito, y no gastaron "ni un solo euro" en alimentación ni ropa, mientras estaban en los centros médicos. Pero, ahora la situación es distinta.
"Así que estamos aquí esperando para ver cómo se soluciona. Estoy sin trabajo".
En la actualidad, viven con los ahorros que tenían como familia. Pero, es insuficiente.
"A veces toca ir a empeñar, como dicen, hasta las joyas, porque como le digo no te no tenemos ningún tipo de ayuda. Estamos arañando".
Debido a la pandemia y la cuarentena, el desempleo para los connacionales se agudizó en España principalmente para quienes están allá de manera ilegal.
Quintanilla detalló que hay alrededor de 200 mil compatriotas allá, concentrados en su mayoría en Madrid, además de Barcelona y Valencia.
De esta cantidad, se estima que unas 30 mil personas todavía viven de manera irregular, "sin papeles".
Sin embargo, la pandemia afectó a la mayoría, aunque de distinta manera.
"Entre quienes tienen papeles, muchos han sido dados de baja. Las empresas han optado por parar el trabajo; no cobras un salario, pero puedes volver cuando pase la pandemia".
La situación es más difícil para las personas ilegales.
"Quienes no tienen residencia legal, están supeditados a cuando las empresas los acogen, cuando hay demanda de trabajo. Ahora mismo están volviendo, pero la mayoría está parada. Esa gente es la más perjudicada, porque no cobra un salario, sino que trabajan y les pagan por semana o por día", dijo Quintanilla.
Una vía de Madrid al inicio de la escalada. BOLIVIANOS EN EUROPA
DESESCALADA
En el propósito de ir retomando las actividades regulares, en España existe una desescalada de la cuarentena, y se hace por fases.
Para Quintanilla, esto es, por un lado, un alivio y, por el otro, una preocupación, porque la gente va dejando el aislamiento, pero también han ido incrementando los casos. Si en cuarentena los casos de coronavirus subían de entre 150 y 200 al día, ahora van de 500 a 700 en días recientes.
La fase 0 se mantiene, informó, en Madrid, Castilla y León y Cataluña. Pero, desde este lunes 25, la capital española debería ingresar en la fase 1.
Según Estrada, la fase 0 implica respetar horarios de salida. Como ejemplo, de 6 a 10 de la mañana sale la gente que hace deporte, a correr o andar en bicicleta; a partir de las 10 de la mañana hasta las 12, las personas mayores, de la tercera edad a dar una vuelta por el barrio, "no pueden alejarse a más de un kilómetro"; desde las 12 hasta las 7 de la tarde salen los niños que tienen que ir acompañados de su padre o madre, "no pueden ir los dos padres"; y a partir de las 8 de la noche salen nuevamente quienes hacen deporte y otras personas mayores.
Detalló que pese a estas determinaciones en su casa todavía hay temor. Su hijo menor, de seis años, es el más susceptible desde que sus padres se contagiaron con COVID-19.
En los lugares donde ingresaron en la "fase 1", la gente incluso puede hacer visitas familiares e ir a restaurantes, sin que esto implique reuniones con más de 10 personas.
APUNTES
Luego del confinamiento
El confinamiento en España duró poco menos de dos meses. Desde el 2 de mayo comenzó la desescalada de la cuarentena y las medidas impuestas para frenar la propagación del coronavirus.
La desescalada se hace por fases. La fase 0 es la preparatoria; la fase 1 permite algunas actividades, manteniendo medidas de bioseguridad; la fase 2 es la intermedia, que dará paso a la apertura de algunos lugares como cines, museos y templos; y la fase 3 hace referencia a la nueva normalidad.
Para sensibilizar
Además de Mariscal Estrada, otros ciudadanos bolivianos en España que se infectaron con coronavirus grabaron videos y los difundieron en sus redes sociales, para informar a su entorno sobre su situación de salud. Pero, también fue para sensibilizar a los bolivianos de asumir acciones responsables para evitar que aumenten los casos de COVID-19.
Permisos de residencia
El Gobierno español decidió prorrogar de manera automática todas las autorizaciones de residencia, trabajo o estudios que venzan durante la vigencia el estado de alarma o hasta tres meses antes de su declaración. La orden, publicada el miércoles pasado en el Boletín Oficial del Estado, pretende evitar la inseguridad jurídica que enfrentan los inmigrantes al ver sus papeles caducar con las oficinas de extranjería cerradas. La prórroga, firmada por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, a propuesta de la Secretaría de Estado de Migraciones, surte efecto a partir del día siguiente a la caducidad del permiso y se extenderá durante los seis meses siguientes a la finalización del estado de alarma, según El País de España.