Reportaje gráfico: jornada sangrienta
El anuncio de una marcha pacífica terminó como si fuera la guerra. El escenario, Huayllani, en Sacaba, a 10 kilómetros de la ciudad de Cochabamba.
Las jornadas sangrientas, como la del viernes 15 de noviembre, son parte de la etapa de cambio de Gobierno en Bolivia, desde el pedido de renuncia y la salida del país del expresidente Evo Morales.
Los pobladores de la Trópico de Cochabamba, quienes tuvieron una concentración un día antes, intentaron ingresar hacia la ciudad. Pero, en medio de su presión y el control policial, estalló el conflicto.
Los policías y militares, quienes acordaron en días pasados un trabajo coordinado para mantener el orden, intervinieron con personal y vehículos.
El ruido de las balas de armas de fuego se mezcló con el sonido de piedras que caían como lluvia y el uso de armas de fabricación casera.
De tanto en tanto, los policías escoltaban grupos de decenas de personas aprehendidas.