A FONDO. EL MICROTRÁFICO DE DROGA
Los profesores alertan sobre el consumo en unidades educativas
Los distribuidores “se sientan de a dos” en las plazas. Hay venta de marihuana en los ciberfcafés. En las fiestas consumen drogas.
Los profesores alertan sobre la distribución y consumo de drogas entre los estudiantes.
Este medio tomó contacto con varios maestros de distintos colegios en diferentes zonas de la ciudad de Cochabamba, y ellos, manteniendo sus nombres en reserva, explicaron sus experiencias en torno al tema de prevención y las acciones que asumen.
Uno de los maestros, quien trabaja en el sur de la ciudad, relató que la marihuana está presente en la zona desde hace unos cinco años.
Describió que, en la actualidad, vieron a los distribuidores vendiendo en una plaza o cerca de la misma.
“Vemos a quienes son los distribuidores. Se sientan de a dos”.
Aseguró que cuando llaman a la Policía, los efectivos policiales llegan después de que los distribuidores se retiran; “entonces, ya no encuentran nada”.
Hace un tiempo, en uno de los colegios hubo altercados porque el caso se denunció, pero los padres de familia salieron en defensa del distribuidor, que era un estudiante. “No hubo respaldo para luchar contra este mal”.
Este año se identificó a otro colegial. “Afortunadamente, el papá colaboró; él mismo denunció a su hijo, pidiendo ayuda”.
CAMUFLADO Los actos ilícitos son camuflados con actividades económicas como el funcionamiento de cafés internet, o el encuentro de amigos en una plaza de cualquier barrio por la que transitan los escolares.
La Defensoría de la Niñez y Adolescencia llego hasta el colegio y se hace seguimiento del tema.
El maestro describió que en la zona existen personas consumidoras conocidas, quienes actúan con agresiones para robar dinero a los estudiantes y a gente mayor, “para comprar droga”.
Dijo que se conoce que los cibercafés son lugares donde se da la compra y venta de marihuana.
Un profesor de la zona oeste de la ciudad manifestó que existen “pandillitas” que circundan el sector, principalmente cerca de los colegios.
Expresó que cuando estas personas toman contacto con los estudiantes les ofrecen drogas “para compartir”.
Aseguró que cuando los papás pierden autoridad, es difícil lograr el cambio de actitud. “Y los otros papás no quieren que sus hijos estén rodeados por estas personas”.
Hace un tiempo encontraron a estudiantes de entre 12 y 13 años consumiendo “unas píldoras, que eran somníferos (diazepam)”. Les encontraron “en la parte de atrás” de la escuela.
El caso fue reportado a los padres de familia y hubo llamadas de atención.
“Yo, como profesor, realizo charlas con mis estudiantes. Les recomiendo no mantener contacto con personas extrañas”.
Una maestra que trabaja en la zona central de Cochabamba, contó que en una ocasión un estudiante se mostró agresivo en el mismo colegio; y al día siguiente era “como si nada hubiera pasado”.
Esta profesora relató que los estudiantes tienen jergas para referirse a las drogas, a su consumo o para lanzar advertencias y no ser delatados. Los maestros se dan cuenta; reconocen los códigos. También saben que otros escolares no denuncian los casos “por miedo”.
Explicó que cuando identifican algún indicio de irregularidades, llaman a la Defensoría para que las autoridades puedan intervenir.
También asumieron medidas preventivas. En los recreos y la salida, los profesores tienen sectores para el control. Además, tienen guardias privados y patrullaje de la Policía Boliviana.
Las fiestas organizadas entre los estudiantes son una alerta, porque también en esas actividades “venden y consumen droga”.
“Los mismos papás autorizan que sus hijos asistan. Les hablamos para que no les dejen ir a esas reuniones”.
Cuando se presentan estos casos, se reportan a las autoridades respectivas. Los directores no pueden expulsar a los estudiantes infractores, porque no se puede vulnerar sus derechos.
PARA TOMAR EN CUENTA
Centro preventivo funciona gratis
La directora de Género y Generacional, Carolina Orías, informó que desde abril está en funcionamiento,con cooperación italiana, un centro de atención integral para la familia, cerca de la laguna Alalay. Es un centro de prevención para el consumo de drogas y alcohol. Los padres de familia pueden acudir para tener asesoramiento.
Los maestros son quienes más saben
Carolina Orías explica que los maestros son quienes están más tiempo con los colegiales. “Son ellos quienes realmente saben lo que pasa en las unidades educativas. Hacer el seguimiento es importante”.
Varias de las intervenciones con Mochila Segura en los colegios fueron realizadas a solicitud de los profesores.