DÍA DEL PERIODISTA
El periodismo boliviano, ¿en su peor momento?
La irrupción de las nuevas tecnologías, los problemas económicos, los ataques, el trabajo en confinamiento, las noticias falsas, los temas políticos y otros son parte de ocho conflictos en medio de los cuales trabaja y vive en la actualidad el periodista boliviano.
La labor periodística de hace 15 años o incluso de hace algunos meses ya no es la misma, debido a la pandemia del coronavirus, COVID-19.
Este 10 de mayo se conmemora el Día del Periodista Boliviano. Se recuerda la fecha de muerte del periodista Cirilo Barragán, en 1856. Fue muerto por orden del entonces presidente Mariano Melgarejo. La cobertura otorgada por sus notas informativas a fuentes opositoras al Gobierno del dictador y sobre todo sus artículos que expresaban posiciones contrarias al régimen de facto, determinaron su ejecución, junto con la del poeta Néstor Galindo. En consideración a este suceso, en 1938, el presidente Germán Busch Becerra instituyó el 10 de mayo como Día del Periodista Boliviano.
Los comunicadores, periodistas e investigadores Lupe Cajías, Boris Miranda y Marcelo Guardia realizan un diagnóstico y se refieren a las características y riesgos de la labor periodística en el país.
Periodistas en una conferencia del SEDES en Cochabamba. DICO SOLÍS
1 Nuevas tecnologías
Para Cajías, se vive "la peor situación" del periodismo en el país desde la apertura democrática, por contextos desfavorables en varios sentidos.
Sostiene que las nuevas tecnologías han ido desplazando al periodismo tradicional. "Los medios que no se han podido adaptar a esa irrupción están cerrando; grandes medios, por ejemplo, en Holanda, como lo que era la radio Nederland o vemos que en Nueva York han cerrado cantidad de pequeños medios, así en muchos otros lugares".
2 Problema económico
Miranda expresa que la agudización del problema económico se ha vuelto más dramática, evidente y difícil de sobrellevar, no solo por la aparición de medios digitales y la llegada del internet como plataforma de información, sino también porque el modelo de negocio no ha logrado reinventarse. "Se ha perdido también la capacidad de generar iniciativas económicas nuevas desde los medios. También está el tema del uso político de la pausa", haciendo referencia a los gobiernos central, departamentales y municipales.
Los medios de comunicación tienen ingresos por la publicidad que venden, y esto ha caído.
Cajías hace referencia, sobre todo, a los periódicos, revistas y la crisis económica que vive la mayoría de las radios, salvo las nacionales que están más consolidadas y algunos canales de televisión.
Trabajadores de la prensa cochabambina en una conferencia. DICO SOLÍS
3 Agresión y presión
La periodista Cajías añade que en los últimos 14 años, durante la época del Movimiento Al Socialismo (MAS). "Hubo una cantidad de agresiones contra la solidez económica de los medios a través de controles publicitarios", además de presiones tributarias y la salida de varios periodistas que fueron a engrosar el grupo de desocupados, lo que ocurrió con algunos canales de televisión y periódicos que están en venta.
4 Trabajar en confinamiento
En medio de la crisis por la que atraviesa la práctica del periodismo, se suma el trabajo en confinamiento, por la COVID-19.
"Los periódicos han tenido dificultades de circulación o definitivamente no han circulado de forma tradicional, perdiendo una de las grandes fuentes de ingresos, varias radios tampoco tienen publicidad. De hecho, la torta publicitaria es pequeña; ahora, salvo el Estado y algunas empresas grandes, mantienen la publicidad (...)".
Acota que si no existe una base económica, difícilmente se podrá hablar de un "periodismo en desarrollo de calidad".
Por su lado, Guardia manifiesta que los problemas políticos y económicos se mezclan ahora con los de orden sanitario. Como ejemplo, hace referencia a la confiabilidad o no datos de los datos sobre la COVID-19, tomando en cuenta que el tema "se ha mezclado con la guerra política".
Asegura que los periodistas deberían estar indagando estos aspectos. "Algunos intentan hacerlo, otros no tanto; otros programas, otros medios se están ocupando de hacer sensacionalismo, llenar titulares con que se han disparado los contagios, o en la televisión, informativos que utilizan música para poner nerviosa a la gente, en zozobra, para generar pánico. Están con otros intereses".
Trabajadores de medios de comunicación en una conferencia de prensa. DICO SOLÍS
5 Competencia hasta con noticias falsas
Desde el punto de vista de Cajías, "hay una cruel competencia desde las redes sociales", además de las noticias falsas, "que alcanzan, a veces, una gran cantidad de seguidores a pesar de lo absurdas que puedan ser". Agrega que, en esos casos, los medios tradicionales tienen que buscar contrastar esas noticias falsas aparte de intentar desarrollar su propio trabajo. "Creo que estamos en un panorama muy deteriorado".
6 Sueldos bajos
El hecho de que haya personas que no son periodistas y ejerzan el trabajo incide también en los salarios bajos; Cajías se anima a decir que "el 95% de los periodistas" se encuentra en esa situación.
7 Lo político
Guardia se refiere a los políticos como otro tema cuestionable. Sostiene que es un problema más fuerte que el económico, porque, entre otros temas, la Presidenta es candidata, hubo dos cabezas entre las autoridades de salud y tampoco se puede confiar en los municipios.
"Siempre están empujando, induciendo, interviniendo en las políticas editoriales. Estamos en un contexto de demasiada desinformación, y lo que ocurra en estos días, bajo responsabilidad de los políticos es un desafío para los periodistas (...). El manejo de la pandemia está contaminado por lo político".
Miranda sostiene que otro problema es la polarización política, que permea a todo el oficio. "Ha hecho que voluntaria o involuntariamente, con buena y mala intención, hay diferentes casos, las casas editoriales tomen diferentes rumbos".
Expresa que las pasiones, percepciones o empatía pueden hacer que se publique de uno u otro lado, lo que va en desmedro del trabajo.
8 Lo perdido
Por otro lado, Miranda considera que se perdieron tradiciones y mística en el oficio, como cuando un profesional del área se hace cargo del manejo de prensa de las instituciones públicas. "Eso también golpea, porque ya sales del ambiente estrictamente de ejercicio periodístico".
Un periodista realiza un transmisión en vivo desde el aeropuerto de Cochabamba. DICO SOLÍS
LOS RIESGOS
Desempleo
Ante la situación conflictiva de los medios de comunicación y el trabajo de los periodistas, según Cajías, el primer riesgo es el desempleo, que ya existía y que se acentuó en los últimos años.
Acota que, con la cantidad de carreras para que los jóvenes estudien Comunicación Social y Periodismo, los jóvenes enfrentarían la falta de oportunidades de trabajo.
Sobre el tema, Miranda agrega que quedarse sin trabajo es un riesgo que ocurre desde los medios más importantes del mundo hasta los locales. Cita como ejemplo a CNN, Univisión y otros donde despiden gente. "Lo que pasa en medios europeos y estadounidenses es una suerte de adelanto de lo que podría pasar en los medios latinos".
Cobertura y acceso
El peligro político es otro punto en cuestión. Miranda recuerda que en Colombia ahora son más herméticos con la información y que en Estados Unidas hay ataques permanentes a los periodistas. "Cualquier crítica en estos momentos para los Gobiernos es tomada como un ataque, y por eso está el peligro de que los periodistas sean perseguidos, detenidos".
La enfermedad
Otro problema actual que menciona Miranda es el riesgo que representa el coronavirus, tanto en lo económico como en la posibilidad de contagio, "porque el periodismo se hace en el lugar de los hechos".
REFLEXIONES
Recuperar el periodismo y defender la profesión requieren compromiso de los mismos periodistas. Desde la voz de los especialistas, hay algunas reflexiones ante la crisis del ejercicio del periodista.
"Yo creo que, como en toda crisis, vive el que se adapta los nuevos tiempos", sostiene Cajías.
Ella reconoce que no es muy optimista; sin embargo, expresa que los estudiantes y periodistas que se esfuerzan en fortalecer su trabajo bajo las reglas éticas y gozan de credibilidad, van a seguir vigentes con cualquier soporte.
Expresa que desaparecerán otros formatos. "La prensa escrita tiene como una espada de Damocles (...). Eso no me hace confiar mucho en que podamos salir adelante".
Sin embargo, Cajías destaca que pese a todas las tormentas, es importante que el periodismo boliviano tenga en alto los estandartes de la libertad de pensamiento y de expresión, pero considerando las amplias responsabilidades; los códigos de ética, "que señalan no solamente lo que tenemos que hacer sino lo que debemos ser"; y que el compromiso por la libertad de expresión esté siempre renovado, en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia y Gobierno. "Ese es el pilar que nos permitirá sobrevivir y mirar hacia adelante".
Miranda enfatiza que "el periodismo de calidad es la esperanza que queda en medio de toda la crisis". Asegura que se deberá hacer la mejor oferta para recuperar la confianza de la gente. "El consumo tiene que generar algún tipo de negocio, pero va a ser una cosa de remar mucho, de pasar sacrificio".
Entretanto, Guardia expresa que "este es un buen momento para recuperar la credibilidad del periodismo" y también de la ciencia, porque proporciona datos a nivel mundial, que pueden servir para tomar decisiones.
Plantea asumir un poco más de compromiso con la información y con la orientación. "Yo no diría que los periodistas son culpables. Pero, sí, en algunos momentos hay como unos movimientos de gente, de periodistas, de medios, de programaciones, de líneas que no demuestran ese compromiso que debieran demostrar al intentar hacer todos los esfuerzos en satisfacer el derecho a la información de la población".