Padres heredan la devoción a sus hijos y nietos
La devoción por el Señor del Buen Viaje se hereda de padres a hijos, según los feligreses que acuden “religiosamente” cada domingo hasta el templo Santiago Apóstol de El Paso, según el párroco Rodolfo Ramírez Sotelo y los mismos peregrinos.
La familia Zambrana es una de las más tradicionales, impulsora de esta festividad desde los años 70, y la que anota en un libro a los pasantes que organizarán la fiesta el segundo domingo de cada mes.
La familia Rojas Muñoz asiste desde hace más de una década a El Paso y con el transcurso de los años, cuando sus hijas crecieron, ellas también se convirtieron en devotas de esta advocación de Jesús.
El párroco afirma que la devoción por el Señor del Buen Viaje se “hereda” de una generación a otra, es decir, de padres a hijos y a nietos.
Una prueba de ello, según Ramírez, es que en la misa de los segundos domingos de cada mes se observa una importante afluencia de jóvenes, adolescentes y niños.
Gervasio Peña y su familia también acuden con regularidad a El Paso. Según su testimonio, visitan la localidad de El Paso desde 1974.
La familia de Giovanna Veizaga asiste también, sin fallar, el segundo domingo de cada mes hasta el templo de El Paso.
En su caso particular, ella logró superar un cáncer que sufría, después de haberse encomendado al Señor del Buen Viaje.
Asimismo, la familia Villacorta Paniagua llega hasta la localidad de El Paso para “agradecer” al Señor del Buen Viaje por todas las bendiciones que han recibido en los últimos años, especialmente en lo que se refiere a la salud y el trabajo.
Roxana Veizaga asegura que es feligrés gracias a que sus padres le inculcaron la devoción por el Señor del Buen Viaje y ella asiste a El Paso desde hace casi 20 años.
Todas las familias acuden para, principalmente, pedir la bendición del Señor en sus viajes.