ES COMO OCUPAR “CAMAS CALIENTES”
Pacientes ocupan respirador, si otros mejoran o fallecen
Es como si ocuparan las camas calientes. Basta que un paciente deje una cama de terapia intensiva, por mejoría o muerte, para que otro la ocupe.
Las personas con coronavirus, COVID-19, que requieren los respiradores o ventiladores mecánicos son quienes ingresan a terapia intensiva por la gravedad de su estado de salud.
En Cochabamba, como en el resto del país, el sistema ha colapsado. En el departamento no hay espacio en terapia intensiva para más pacientes con COVID-19; si alguna cama no está ocupada en esas unidades, en el sistema público, es por falta de medicamentos, otro problema en la actualidad.
En el departamento existen en la actualidad 63 respiradores, es decir, camas de terapia intensiva, de las cuales 18 corresponden al sistema al sector público y 45 al privado y la seguridad social, según el presidente del Comité de la Sociedad de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, Patricio Gutiérrez, citando a la filial cochabambina.
Cada cama de terapia intensiva debe tener un ventilador mecánico, una bomba de infusión, (inyecta fluidos, medicación), un monitor cardíaco y filtros HEPA para purificar el aire del lugar.
Debido a la pandemia del coronavirus y por la crisis sanitaria, en la actualidad existen hospitales centinela: Solomon Klein en Sacaba y Viedma, del Sur en la ciudad de Cochabamba, además del hospital del Norte, que es solo para pacientes leves.
Gutiérrez explicó que, por la cantidad de población, alrededor de 2 millones en el departamento, se debiera contar con 200 camas de terapia intensiva; “pero, está muy por debajo de sus necesidades”.
De los 2 millones de habitantes, 1.2 millones corresponden o son atendidos por el sector público de salud. Para esta población, se tendría que contar con unas 120 camas. Pero, en el sistema público “solamente son 18 camas, de las cuales 17 están en funcionamiento en este momento (por el 9 de julio), por lo tanto, está colapsado”.
El tiempo de internación en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) es variable, va de los 15 a los 45 días, con un promedio de 30.
Cuando una persona mejora su estado de salud o fallece en terapia intensiva, el espacio es ocupado de inmediato, porque “hay una lista de pacientes esperando”.
Es difícil mantener estables a quienes necesitan respiradores y no pueden internarse en terapia intensiva.
SIN MEDICAMENTOS NO SE PUEDE En el hospital del Sur había siete respiradores, pero solo seis pacientes, el 8 de julio. La séptima cama de terapia intensiva no se podía ocupar por falta de medicamentos, según explicó el director de ese centro centinela, Alfredo Mendoza.
El médico lamentó que otro problema para no poder internar pacientes en terapia intensiva, además del colapso del sistema, sea la falta de medicinas. “No podemos traer a un paciente mientras no haya la cantidad suficiente de medicamento. Los médicos de terapia han recomendado que primero se tiene que garantizar los medicamentos para hacerlo”.
Acotó que el problema es que “no se encuentra en ningún lado” y que la municipalidad hace los esfuerzos para conseguirlos, ya que ni siquiera mandando recetas pueden lograrlo los familiares.
Ingresar a un paciente a la unidad de cuidados intensivos sin contar con lo necesario implicaría quitarle a otro y poner el riesgo su salud.
Entretanto, las personas infectadas con coronavirus y en situación crítica de salud que están a la espera son incontables, “cada día tres o cuatro”.
“Por más que yo quisiera y autorice que metan, si no hay medicamentos, ese paciente puede morir”, dijo Mendoza.
Entretanto, quienes necesitan entrar a terapia intensiva, están internados en el hospital bajo seguimiento de los médicos internistas, esperando un espacio.
En medio de las dificultades, existe falta de personal. Hace pocos días, el Director informó que de alrededor de 170 personas que trabajan en el hospital, 25 están con baja por contagio o síntomas de coronavirus.
A fines de mayo, el Servicio Departamental de Salud (SEDES) informaba que los hospitales Viedma y Solomon Klein fueron rebasados en su capacidad y que sus camas de terapia estaban ocupadas. Entonces, debido a una emergencia se habilitó con carácter de urgencia las salas de terapia intensiva del hospital del Sur.
OCUPADOS En el hospital Solomon Klein había tres respiradores a fines de mayo. En la actualidad, hay seis.
El director de ese hospital, Gróver León, recordó que tres equipos se averiaron y estuvieron a punto de declarar “desastre”. Luego, los ventiladores fueron repuestos.
Ninguno está libre, todos están siendo ocupados por pacientes en situación grave debido a la COVID-19. Mientras “mucha” gente continúa esperando.
Esta realidad en el departamento de Cochabamba incluye que la cantidad de médicos especialistas en medicina crítica y terapia intensiva es de solo 19.