Mercadería merma en Arica, una de 9 consecuencias del fallo de la CIJ
“Duro”, “triste”, “penoso”, “obvio”, “inesperado”. Son muchos los calificativos que los bolivianos le dieron al fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que el 1 de octubre de 2018 estableció que Chile no estaba obligado a negociar con Bolivia una salida soberana al mar. Desde esa histórica jornada, el tema marítimo “se desinfló”, aunque las autoridades gubernamentales, en vísperas del 23 de marzo, reafirmaron que está más vigente que nunca.
Bolivia soñó con una sentencia favorable, la esperó por aproximadamente cinco años y, a más días de espera, mayores eran las expectativas. Pero, cuando llegó, dejó por los suelos el anhelo de recuperación del litoral.
Desde ese día, hubo cambios, nueve, según una contabilización de actores que aún están involucrados en este tema. Son consecuencias buenas y otras malas.
OPINIÓN habló con la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba, la Cámara Boliviana de Transporte, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior y el Círculo de Residentes Bolivianos en Arica (Chile) para que emitan criterios sobre las consecuencias del fallo.
Una en la que coincidió la mayoría es que, tras la determinación de la CIJ, la mercadería mermó en el puerto de Arica. Es decir, ya no hay tanta demanda por embarcar o desembarcar mercadería boliviana a través de ese muelle. Eso es favorable para Bolivia porque, de a poco, está rompiendo la dependencia con esa nación.
La Unidad Estadística del IBCE emitió datos de las importaciones desde ese país a Bolivia en octubre de 2018, mes en el que la Corte se resolvió la controversia. Entonces, se importó mercadería valuada en 44 millones de dólares a través de puertos chilenos, pero por Perú, un muelle alternativo, entraron 79 millones de dólares en bienes. Hubo más tráfico por los desembarcaderos peruanos y, ahora, los mismos ya “se consolidaron”. Este último es una segunda consecuencia que desencadenó el fallo.
Si bien, hasta ahora, la mayor parte de los transportistas afiliados a la Cámara Boliviana llevan y traen mercadería hacia y desde Chile, los muelles de ese Estado dejaron de ser la única opción.
Esta situación es resultado de una serie de gestiones que realizaron los empresarios bolivianos, con el respaldo del Gobierno, para habilitar otros desembarcaderos que les permitan acceder al océano. Esa es el tercer efecto de la determinación de la Corte: la motivación por explorar, así lo dijeron los empresarios locales.
Siguiendo esa línea, actualmente, están enfocados en habilitar la hidrovía Ichilo - Mamoré, que posibilita la conexión con el Atlántico.
DETALLES
Desde el 1 de octubre, el puerto peruano Ilo “es una competencia” para Arica. El IBCE prevé que, en el transcurso de esta gestión, haya más desvío de carga boliviana a ese y otros puertos alternos. Este también es un cambio que será desencadenado por la sentencia, el cuarto.
Al verse amenazada la circulación de mercadería boliviana por territorio chileno, los empresarios de ese país que están vinculados al comercio exterior se han visto más “amigables”, en criterio de sus pares bolivianos. Ese es un quinto cambio.
El sexto, en el que coinciden los transportistas y empresarios, es que la tensión se desinfló entre ambas naciones.
NEGATIVO
En contraposición a esas seis reacciones “positivas”, hay otras tres un tanto negativas para Bolivia.
Una de ellas es que en el año en el que se emitió la sentencia de la CIJ, Chile endureció sus medidas migratorias, afectando a la comunidad boliviana que está en ese país.
Una de ellas tiene que ver con la tramitación obligatoria de la visa de trabajo en el país de origen del migrante interesado.
Un octavo cambio que dejó el fallo es la baja expectativa por el tema marítimo, especialmente, en los compatriotas que están en Chile.
El Círculo de Residentes Bolivianos en Arica mencionó que, desde el 1 de octubre de 2018, ya no se habla de mar en ese Estado.
La novena y última consecuencia es que esta gestión los connacionales obviaron las celebraciones marítimas. En 2018, los residentes bolivianos en Chile organizaron con antelación un acto conmemorativo al 23 de marzo, Día del Mar, pero este 2019 confesaron que no planearon nada y que, es posible, que improvisen.
Sugirieron a las autoridades mirar hacia otros horizontes y dejar de lado el tema marítimo.
A pesar de estos ánimos, el Canciller en Bolivia, Diego Pary, dijo que la demanda marítima está más vigente que nunca. La autoridad reafirmó que “los bolivianos jamás renunciaremos a nuestro derecho soberano de salir al océano Pacifico".
En vísperas y durante el 23 de marzo, en Bolivia se organizaron actos vinculados al Día del Mar “con normalidad”.
Se trasladaron los restos de Eduardo Abaroa desde la plaza San Francisco hasta la Plaza Abaroa de La Paz, el presidente Evo Morales rememoró la fecha y hubo desfile del personal de diferentes instituciones.
En Cochabamba, se realizó un ofrenda floral en inmediaciones al campo ferial de la laguna Alalay, el sábado. Además, se ejecutó un acto cívico en el Circuito Bolivia.
En criterio de Pary, la “normalidad” de esos actos son una prueba de vigencia de Día del Mar.
Al respecto, el agente boliviano ante ese tribunal, Eduardo Rodríguez Veltzé, aseguró que para retomar el diálogo con Chile sobre la demanda marítima es "indispensable" la voluntad política y "renovar" las condiciones de confianza mutua entre ambos países.
Añadió que el restablecimiento del diálogo es un desafío para la diplomacia y para los propios pueblos.
ANTECEDENTES
El 1 de octubre, la CIJ rechazó por 12 votos a favor y tres en contra que Chile esté obligada jurídicamente a entablar negociaciones con Bolivia para que este país obtenga un acceso soberano al océano Pacífico.
La Corte concluyó que las notas, actas y diferentes declaraciones entre ambos países a lo largo del siglo XX y principios del XXI implican que ha existido una intención de negociar por parte de Chile, pero ello no significó que este país haya adquirido una obligación jurídica.
El 1 de octubre de 2018, las expectativas de los bolivianos eran altas y muchos de los ciudadanos que veían las pantallas en las que se transmitió el histórico evento se iban decepcionados y cabizbajos al conocer la determinación de la Corte de Naciones Unidas.
Y, ¿cuáles fueron las debilidades, de forma integral, que tuvo la demanda boliviana interpuesta contra Chile?
Rodríguez Veltzé respondió que hoy es posible contrastar la demanda boliviana contra el fallo y examinar los criterios jurídicos adoptados, la forma en los que fueron razonados por la Corte y los alcances de su decisión.
“Posiblemente, ese análisis que recién comienza pueda iluminar las fortalezas o debilidades tanto de la demanda como del propio fallo y las opiniones vertidas en él, incluidas las disidentes”.
Añadió que el derecho internacional, a diferencia del derecho doméstico, tiene diversas fuentes que configuran las tendencias o líneas que adopta la Corte y que “varían en el tiempo y según los contextos del orden internacional. Esa combinación entre los factores políticos y diplomáticos con los desarrollos de los precedentes judiciales, no siempre advertidos o predecibles, pudieron tener mayor atención”.
Dato
Bolivia no reveló cuánto dinero le costó encarara una demanda contra Chile por una salida soberada al océano Pacífico.
2013
Año de la demanda
Bolivia demandó a Chile ante la Corte en 2013 para que el tribunal lo obligue a negociar la restitución de la salida soberana al mar y tras cinco años del proceso se conoció la determinación.
24
Millones de dólares
El costó a Chile la demanda marítima que le interpuso Bolivia en la Corte Internacional de Justicia, en 2013.
Pérdida
Bolivia perdió en 1879 en una guerra con Chile unos 400 kilómetros de costa y cerca de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio.